Flappy fue desarrollado con inteligencia artificial con el fin de copiar los movimientos y agilidad de dicha ave.
Mediante algoritmos de aprendizaje automático y a partir del estudio de la biología y física, científicos de la Universidad de Purdue en Indiana crearon robots que pueden asemejar el movimiento de un colibrí a fin de colaborar durante rescates en edificios colapsados o espacios abarrotados.
El diseño y funcionamiento de los drones siempre ha sido inspirado en el viaje de las aves. Ahora con algoritmos entrenados en las técnicas naturales de los picaflores, y junto con sus alas de fibra de carbono y membranas cortadas con láser, fue posible crear a “Flappy”, un robot impreso en 3D con un peso de sólo 12 gramos como un adulto promedio de la especie.
Los colibríes reales son capaces de agitar sus alas al menos 80 veces por segundo, lo que resulta en acrobacias aéreas y giros de 180 grados en 0.2 segundos. Los investigadores tomaron esto como base para construir los algoritmos y enseñar a los robots a volar con inteligencia artificial (IA).
En el pasado, los intentos para construir un dron tan pequeño habían fallado, sin embargo este prototipo de 17 cm de largo es capaz de volar y levantar hasta dos veces su peso (27 g).
Xinyan Deng, integrante del equipo científico, confirmó que este avance es lo más pequeño a lo que ha podido reducirse un vehículo aéreo no tripulado, puesto que la aerodinámica dificulta la disminución de sus dimensiones. Otros expertos desarrollaron un modelo que además de ser más pesado y no tener la rapidez de los colibríes, requería de la operación de un humano para manejarlo desde un control remoto.
Por su agilidad y pequeño tamaño, este podrá escurrirse entre los escombros o lugares recónditos con el objetivo de emprender maniobras que contribuyan al rescate de las víctimas. Los científicos mencionaron que tras una simulación, el robot aprenderá a discernir cuándo es debido ejecutar una estrategia de escape.
Su sentido de orientación se enfoca en el roce de sus alas, las cuales al estar en contacto con un elemento sólido producen una corriente eléctrica. De esta forma, detecta sus alrededores para maniobrar hasta en la oscuridad, ya que aún no posee sensores de visión. Incluso, a causa su método de vuelo silencioso, Flappy podría ser utilizado como herramienta de vigilancia y/o infiltración.
Hasta ahora, para que este funcione deberá ser conectado a una corriente eléctrica, no obstante los desarrolladores buscan incorporar nueva tecnología con el propósito de facilitar su operación y maximizar sus habilidades.
Los drones colibrí no sólo apoyarán en las misiones de búsqueda y contribuirán al rescate de personas, sino que permitirán a los científicos estudiar a estas aves de manera confiable.
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