Por Redacción TNE
Es necesario repensar cómo se organiza el conocimiento para así prepararnos en un mundo que cada vez se vuelve más dinámico.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Javier Medina Vásquez, Doctor en Ciencias Sociales por la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma, quien nos compartió sus puntos de vista respecto al futuro de la educación en Latinoamérica, así como los impactos sociopolíticos que la afectan.
· ¿Cuáles son las tendencias educativas que vienen en los próximos años?
Hay distintas preocupaciones: primero el desarrollo tecnológico y cómo está modificando el conocimiento necesario, creando nuevos puestos de trabajo. Segundo, el tema de la formación de líderes y las decisiones que toman e influyen en la vida de la gente. Tercero, combate a la corrupción, las brechas sociales, políticas, comunicacionales, así como la falta de comprensión de la realidad entre las generaciones anteriores y las actuales.
Por lo tanto, hay una relevancia de lo humano, de la necesidad de recuperar valores, visiones y capacidades que nos humanicen y permitan entender el sufrimiento de las personas a fin superar esas brechas que tenemos.
· ¿Cómo será la educación en los próximos 10 o 20 años?
El conocimiento se actualiza de manera constante; no solamente hay más información, sino también nuevas disciplinas y ciencias que se combinan con el fin de crear cosas nuevas. Debemos tener esa capacidad para leer con dinamismo los cambios que acontecen.
La actual estructura con la que cuenten las instituciones educativas no les permite entender con la suficiente rapidez los cambios que están ocurriendo.
Es importante repensar la organización del conocimiento y cómo éste puede prepararnos para actuar en un mundo que será altamente dinámico, mucho más de lo que es hoy.
· ¿Cuáles son los obstáculos que enfrenta el desarrollo de la educación?
Considero que las grandes dificultades radican en los modelos mentales que tenemos en función de cómo nos organizamos, trabajamos, aprendemos y relacionamos con la gente. Hemos heredado unas tradiciones académicas muy rígidas, caracterizadas por formas de pensar y de vivir que no consultan la manera en cómo los jóvenes aprenden, interactúan y ven el mundo de hoy.
Más importantes que el dinero, es la carencia de recursos psicosociales, reflejada en una falta de entendimiento; buscamos que la gente se adapte a nuestros prejuicios y no modificamos los nuestros para adecuarnos a los demás.
· ¿Cuál debe ser el papel que deben jugar los gobiernos para impulsar el crecimiento educativo en Latinoamérica?
El gobierno no debe renunciar en el respaldo de la educación pública; al contrario, su obligación es hacia la gente que tiene grandes disparidades desde hace tiempo. Otro de los compromisos del Estado radica en buscar la igualdad de oportunidades y no sustraerse de la responsabilidad de mejorar la educación. Las autoridades deben dotarse de nuevas capacidades con el fin de comprender la transformación de la educación para así proponer soluciones en el ámbito local, pensando en los menos favorecidos.
· ¿Debe darle prioridad la educación al emprendedurismo a fin de impulsar el desarrollo de los países de la región?
Sí, pero tampoco deben inflarse las expectativas. Es importante que las personas cuenten con capacidad para generar iniciativas propias y crear modelos de negocio. El Estado, por su parte, tiene que propiciar las condiciones necesarias para impulsar a los emprendedores, de lo contrario se enfrentan a la frustración por no encontrar el apoyo, razón por la cual las empresas caen rápidamente. De ahí la importante enseñar a emprender.
Medina Vásquez, quien también es Profesor y Vicerrector de Investigaciones en la Universidad del Valle, sugiere tres prospectivas: una sobre la tecnología, para conocer cómo ésta moldea a la sociedad y la economía; otra ocupacional, a fin de comprender las nuevas profesiones y cuáles pierden vigencia; por último, un análisis organizacional para evaluar cómo las instituciones se adaptan a las nuevas tecnologías y a los nuevos patrones de cambio.