La pandilla de juguetes regresa para demostrar que un amigo fiel es incondicional, incluso a pesar de la distancia.
Desde el estreno de su primera parte en 1995, la película sobre juguetes que cobran vida esconde un sinfín de mensajes para toda la familia. Y la cinta más reciente no es la excepción, encontrando invaluables lecciones en Toy Story 4.
El filme recaudó 47 millones de dólares solamente en el primer día de lanzamiento, cosa que no es sorpresa ante la prolongada espera desde la tercera parte. No obstante, existe una poderosa razón por la que la obra cautiva a más de un corazón, y son sus aprendizajes.
En esta ocasión, aunque continúan latentes los temas principales de las películas pasadas, como el trabajo en equipo y la amistad, las enseñanzas regresan con un toque de aventura y otro de nostalgia.
Escucha a tu “caja de voz”
Desde que Woody y Forky entran a una tienda de antigüedades, se puede identificar claramente una de las lecciones más memorables de la storyline, “escucha a tu voz interior”.
La trama maneja este aprendizaje como un elemento cómico al principio por medio del personaje de Buzz, sin embargo conforme la historia se desenvuelve esta termina siendo la forma en que Woody encuentra cómo seguir adelante.
En la vida, es preciso saber oír con detenimiento a aquel instinto, esa corazonada que te guía por la vida. Mientras logres identificar lo que dicta tu intuición y le prestes atención, la decisión que tomes siempre será la indicada.
Velar por tu felicidad no es sinónimo de egoísmo
Preocuparse por uno mismo no es egocéntrico, es parte de crecer y aprender a lidiar con distintas circustancias donde debes ser inteligente a nivel emocional a fin de dictar hacia dónde ir, con quién y cuándo hacerlo.
Woody tiene un gran dilema debido a que siempre intentó satisfacer la niñez de sus dueños, poniéndolos primero y olvidando poco a poco su personalidad entre las presiones y el perfeccionismo.
El hecho de que el vaquero estuviera conservado y al final siempre a salvo físicamente no evitó que cayera en un vacío emocional. Sin Andy, quien lo marcó por el resto de sus días y siendo olvidado como líder ¿quién era él?
Por lo mismo, el cuestionarte y entender qué te hace feliz te ayudará a seguir adelante y conservar lo realmente importante sin olvidar cómo llegaste ahí.
El cambio, inevitable pero necesario
Al reencontrarse con Bo Peep, quien impactó positivamente la vida del protagonista, esta le recuerda a Woody que a veces se requieren de algunos ajustes pues nadie llega a ningún lado al permanecer en el mismo lugar, estancándose.
Lo más difícil para el vaquero fue percatarse al escuchar a su intuición de que su camino debería cambiar y para que esto sucediera tal vez tendría que abandonar a su pandilla de juguetes.
En cualquier relación interpersonal es vital entenderse y quererse a uno mismo antes de crear vínculos sanos, un buen amigo siempre desea que seas feliz aunque no sea a su lado. Por tanto, el cambio que Woody enfrenta es radical, sin embargo necesario.
Por supuesto, el valor de la amistad
La belleza de la imperfección, otra de las lecciones en Toy Story 4, estriba en la seguridad de que, sin importar lo que pase, un amigo fiel siempre estará para el otro. Incluso para los nuevos integrantes como Forky, hay cariño para regalar.
Este personaje quiere pasar gran parte de la película acostado en la basura, a donde cree pertenecer, y mientras Woody trata de prevenirlo, le demuestra lo significativo que es el utensilio para su dueña Bonnie; porque todos somos importantes para alguien.
El filme puede sacarte una carcajada o incluso varias lágrimas, no obstante lo que sí es seguro es que era momento que Woody se pusiera como prioridad y es una lección que todos, tanto niños como adultos, deben considerar.
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