Por Redacción TNE
Esta modalidad está ganando popularidad gracias a que genera ahorros para el empleado y la organización.
¿Cuánto tiempo tardas en llegar a tu oficina? Seguramente cada vez es más complicado el trayecto porque el número de vehículos en las calles cada vez es mayor.
La Ciudad de México es un claro ejemplo de esta problemática. Sus habitantes, a menos que vivan muy cerca para ir caminando o en bicicleta, invierten hasta el 30% de las horas del día en ir y venir de sus trabajos. Este ritmo de vida es desgastante tanto física, como económicamente, porque implica someterse a un nivel de estrés muy alto y gastar más en gasolina o transporte público.
Una solución que han ido implementando las empresas es permitir que sus empleados trabajen desde casa, si no todos los días, por lo menos sí gran parte de la semana. Pero, ¿esta medida es válida para todo tipo de organizaciones y para todos los empleados?
Una encuesta realizada por la Confederación de la Industria Británica mostró que de 2006 al 2008, el porcentaje de empresas que implementaron el teletrabajo pasó del 14 al 46%, pero después de los Juegos Olímpicos del 2012, el número se acercó al 80%.
“Hemos observado que los empleados ahorran hasta 6 mil libras al año y aumentan su productividad hasta en un 20%” afirman los resultados.
A pesar de los buenos efectos, la realidad es que este sistema laboral no podría llevarse a cabo por todas las compañías; por ejemplo, los médicos y enfermeras no pueden atender enfermos desde casa; o en la industria manufacturera tampoco es posible llevar a cabo una línea de producción a distancia.
En cambio, aquellas personas que se desempeñan en departamentos como contabilidad, finanzas, recursos humanos, diseño, marketing e, incluso, de ventas, son algunas que sí se convierten en candidatas para laborar desde el hogar.
Ventajas y desventajas
Como todos los sistemas, el trabajo remoto tiene puntos favor y en contra. Por un lado, tanto las empresas como los empleados ahorran recursos; se mejoran las condiciones laborales, al permitir que los colaboradores pasen más tiempo en sus casas, lo que a su vez le da una mejor imagen a la organización.
El lado negativo incluye el incremento de las probabilidades de tener problemas internos de comunicación y administración, lo cual obliga a que, aquellos que trabajarán desde su hogar, se comprometan a ser autodisciplinados para cumplir con sus obligaciones en el tiempo que se requiere, aunque no haya un jefe presente en todo momento.
Por su parte, los líderes deben confiar en sus empleados para que, aunque no los estén viendo hacer su trabajo, tengan la seguridad de que éste se está realizando.
Global Workplace Analytics afirma que es indispensable cambiar la forma de medir la productividad, pasando de “trabajamos mejor porque estamos 10 horas en la oficina” a “cumplimos nuestras metas en el tiempo previsto”, es decir, enfocarse totalmente en la obtención de resultados.
Si ya estás decidido a que tu empresa puede llevar este sistema, toma en cuenta que es preferible hacer una inversión en equipo para que tus colaboradores lo utilicen; no basta hacer grupos de WhatsApp, utilizar FaceTime o Skype y hablar por teléfono. Lo ideal es instalar dispositivos especiales para el trabajo, equipados con sistemas de seguridad que garanticen que tus datos no estarán en riesgo de ser robados.