Lograr impulsar la transformación digital a pesar de las limitaciones que se pudieran estar presentando en estos momentos es definitivamente uno de los mayores retos.
En las salas de cuidados intensivos están aquellos enfermos que desafortunadamente requieren un tratamiento y vigilancia especial, así como un cuerpo médico que actúe con velocidad para provocar a su vez, una rápida reacción del paciente. Pasar a terapia media es un alivio, pero la salud solo se recuperará semanas o meses después cuando es dado de alta, en algunos casos con instrucciones y cuidados permanentes para que conserve su salud.
Con la lamentable situación que nos ha tocado vivir este año, varias empresas tuvieron que ingresar a terapia intensiva por su “estado de salud” con respecto a los avances de sus estrategias de transformación digital. En la mayoría de los casos, la causa principal fue la baja prioridad que le asignaron a estos proyectos desde el 2018.
Del 93% de las empresas que han iniciado un proyecto de transformación digital, menos de una cuarta parte (24%) están recibiendo los beneficios esperados1.
El mayor de los disruptores en los negocios está relacionado con el aprovechamiento de tecnología. Ciertamente la disrupción mata, pero especialmente si te dejas. Hoy también es una verdad afirmar que el pez ágil se come al lento sin importar el tamaño si y solo si, el pez grande no hizo lo necesario para lograr mayor agilidad más allá de sus dimensiones.
El primer concepto por considerar es que la transformación digital debe ser contemplada como proyecto de empresa, pues aquellos procesos que puedan verse directamente modificados provocarán la necesidad de realizar adecuaciones en otros. Rompamos con la “departamentitis”, las organizaciones funcionan por procesos no por áreas.
Esta clase de iniciativa es estratégica, así que la alta gerencia debe respaldarla y participar activamente en ella. Cada año habrá algún proyecto relacionado con la transformación para implementar.
Lograr resultados pese a la adversidad
Las empresas se enfrentan a la dificultad para asignar prioridades a los distintos proyectos que se hayan identificado de acuerdo con criterios como los beneficios económicos, la mejora de una métrica o alguna diferencia competitiva ya sea para fortalecerla o disminuir alguna desventaja. Lo importante es escoger uno o dos, debido a que es un error común querer implementar varios al mismo tiempo.
Los retos más frecuentes podrían resumirse en:
- Falta de visión y claridad en los beneficios o necesidad de ejecución por parte de la dirección general, que es un elemento clave para su éxito.
- Esperar a que las prioridades ejecutivas estén alineadas, esto no va a suceder mágicamente si no hay una verdadera iniciativa de empresa que así lo busque.
- Demasiadas opciones tecnológicas (inteligencia artificial, realidad aumentada, blockchain, entre otras). Estas solo son valiosas si aportan una mejora a un proceso y por ende a la organización y a sus consumidores. Se recomienda buscar asesoría e investigar lo que está sucediendo en su industria.
- Dificultades para modificar el modelo actual como parte de la resistencia al cambio manteniendo procesos lejanos a las mejores prácticas basadas en estándares mundiales por industria. ¿Qué tanto te afectará que no retes al statu quo de tu negocio? ¿Estás dispuesto a que un competidor sea quien genere un disruptor en tu sector?
- Limitaciones de presupuesto, para lo que sería importante cuantificar los beneficios potenciales que justifiquen la asignación de recursos y aunque tenga que disminuirse el alcance original de la iniciativa, es importante dar ese primer paso. En una carrera de 100 metros planos lo más importante es llegar primero, pero para ello deberás arrancar en el momento indicado.
Referencias: 1 IDC
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