Por Redacción TNE
Sigue estos cuatro consejos para facilitar un diálogo abierto que incentive el intercambio de ideas; este es un ejercicio que incluso puede contribuir a mejorar la productividad de la empresa.
La política juega un papel fundamental en una democracia; hablar de ella es indispensable para proponer y construir una mejor sociedad. Pero si los temas no son manejados correctamente, pueden caldear los ánimos y dañar las relaciones, tanto personales como laborales.
¿Cómo estuvo el tema de la elección y del ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump? Por otro lado, las campañas presidenciales en México están a la vuelta de la esquina y también pintan para que las conversaciones sean intensas.
Mientras tanto, ¿qué puedes hacer en el trabajo para evitar que la política incida en la productividad de la empresa? Antes que nada, tomar en cuenta que la oficina es un lugar donde se reúnen personas con distintos perfiles que interactúan entre sí, y cuando la conversación gira en torno al gobierno, a las leyes y a los escándalos, la tensión puede elevarse creando fricciones que no sólo afectan a los compañeros sino también a la organización. Si bien no se debe perder el tiempo en pláticas que incidan en los resultados y que puedan generar pérdidas económicas, tampoco está de más contar con pautas para evitar que los problemas, derivados de posturas distintas, surjan. Permite, de manera sana, que los temas sean abordados en horas tales como antes de entrar a trabajar, durante la comida o al concluir el horario laboral.
Promueve una atmósfera positiva
Es inevitable que se toque el tema en algún momento, ya sea antes de una junta, entre los pasillos o a la hora de la comida. Facilita un ambiente de cordialidad donde se puedan compartir puntos de vista para comprender una situación desde distintos ángulos. Todos pueden y deben tener su opinión, pero el respeto por la del prójimo es indispensable.
Resulta esencial que se muestre un interés genuino por saber y comprender lo que el otro tiene que decir. Esto, a largo plazo, puede beneficiar al interior de la compañía al facilitar procesos de diálogo para la solución de problemas propios del negocio.
Genera un manual por escrito
A nivel constitucional un país promueve y garantiza la libertad de expresión, sobre todo para proteger y celebrar la diversidad. Al interior de la empresa lo mismo debe ocurrir, en especial cuando el objetivo sea desarrollar nuevas ideas.
Crea un reglamento que defina claramente, por ejemplo, que el correo electrónico no debe ser usado para promover determinadas causas ni mucho menos de conversar sobre temas controversiales con los clientes. Es importante que sea un compromiso que todos los miembros estén dispuestos a firmar.
Observa a los empleados
Contempla indirectamente quienes pueden ser las personas más apasionadas en los temas políticos. En caso de que se presente momentos donde se eleven los ánimos y se agreda al otro, invítalos a disculparse con sus compañeros y coméntales que las opiniones que puedan generar más roces deban quedárselas guardadas y en todo momento deben mantener una apertura mental hacia otros puntos de vista.
Es importante que como líder establezcas lo que es aceptable y lo que no en el lugar de trabajo; recuerda que los colaboradores seguirán tu ejemplo.
Deja que la conversación fluya
Considera la posibilidad de organizar sesiones para hablar sobre temas o eventos actuales que, incluso, puedan resultar en la propuesta de respuestas corporativas al tiempo que te mantienes atento ante comentarios que puedan resultar ofensivos o discriminatorios.
En un artículo de Sylvia Ann Hewlett, Fundadora del Center for Talent Innovation & Hewlett Consulting Partners, se menciona como Indra Nooyi, CEO de PepsiCo, después de la elección de Estados Unidos, envió un correo electrónico a sus empleados y a sus familiares para recordarles el hecho de compartir valores y metas en común:
“La diversidad es una fuente de fortaleza, un motor para la creatividad, el dinamismo y la prosperidad… No importa nuestra apariencia o de dónde venimos, tampoco importa la fe que practiquemos o el partido político que apoyemos, somos, primero que nada, americanos […] madres y padres, hijos e hijas que queremos una mejor vida para nosotros”.
Las compañías jamás deben censurar, pero los líderes deben emplear estrategias para tratar temas sensibles de una forma productiva.