02/02/17 | Por Noticias TNE
La tecnología digital tendrá más valor que el vehículo mismo. No por ello debe olvidarse que el cliente debe ser el centro de esta propuesta.
El 85% de los directivos del Sector Automotriz están convencidos de que en el futuro se generarán más ingresos con el ecosistema digital que girará en torno a la industria que únicamente con la venta de vehículos, revela la 18ª Encuesta Global de Directivos Automotrices 2017 de KPMG International, red de Firmas multidisciplinarias que brindan servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
Cerca de mil participantes de 42 países, incluido México, compartieron sus perspectivas sobre el mercado y los nuevos actores que desafían al sector. El estudio también revela que no habrá una fusión plena del mundo automotriz con el digital, sino una integración que llevará a una nueva era.
“Lo que necesitamos es una dimensión adicional, en la cual los dos mundos coexistan y estén interconectados”, comentó Albrecht Ysenburg, Socio Líder de la Industria Automotriz de KPMG México. “Todavía no se decide quién ocupará qué lugar en la nueva cadena de valor. Sin embargo, no hay duda de que el cliente tiene que ser el centro de esta órbita que acaba de surgir”.
Los datos que arrojó la edición pasada sugerían que los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) planeaban blindarse contra el futuro y enfocarse en la era digital y en la conectividad, en virtud de que calificaron estas dos tendencias como las número uno. No obstante, este año, los vehículos eléctricos de batería volvieron a colocarse en el primer lugar de la lista con 50% de los directivos clasificándolos como la tendencia más importante – por delante de la digitalización y la conectividad.
Ysenburg explica que “es contundente que los OEM se encuentran en un dilema entre tomar las decisiones de inversión correctas, cumplir con los objetivos de emisiones de CO2 y gestionar diferentes ciclos de desarrollo. En definitiva, los motores clásicos de combustión interna seguirán siendo importantes desde el punto de vista tecnológico (más del 75% de los directivos lo afirman). Sin embargo, hoy en día, son socialmente inaceptables”.
El ensamble de tecnologías de transmisión que no dañen el medio ambiente no será suficiente para lograr un avance en la movilidad eléctrica. Los resultados de KPMG denotan que los líderes empresariales apoyan de manera importante los vehículos eléctricos pero, por otro lado, se cuestionan sobre las normas, la infraestructura, utilidad, y suministro de energía; asimismo, la aplicación significativa de automóviles eléctricos de batería completa requiere ser más clara.
La cantidad de vehículos vendidos dejó de ser el factor determinante
“Para la industria automotriz, esto implica que la mera rentabilidad del producto es obsoleta. El éxito de los OEM no se evaluará solamente por la cantidad de vehículos vendidos, sino por el valor de los clientes a lo largo de todo el ciclo de vida, especialmente cuando el ecosistema digital esté listo para el mercado”, afirma Ysenburg. “De manera tal que los OEM necesitan repensarlo, dado que a largo plazo solo prevalecerán los participantes del mercado que ganen tanto a los consumidores como a sus datos, ya que esta es la única forma de tener éxito en un ecosistema digital. Más de tres de cada cuatro directivos (76%) consideran que un vehículo digitalizado puede generar mayores ingresos a lo largo de todo el ciclo de vida que 10 automóviles no conectados”.
Lo que cambiará las reglas del juego, y que será auténticamente disruptivo, será el ecosistema digital del vehículo y de ahí provendrán las nuevas fuentes de ingresos. De esta manera, 85% de los directivos del sector consideran que en el futuro el ecosistema digital generará más ingresos que la venta del auto en sí mismo.
Asimismo, para establecer un modelo de negocio sustentable basado en datos y servicios, la pregunta clave que debe ser respondida es: “¿Quién posee los datos ascendentes y descendentes generados en un vehículo?” La seguridad, la confianza y la propiedad son clave y, también, es importante considerar que diferentes culturas manejan los datos de forma distinta.
Con información de KPMG.