09/11/16 | Por Noticias TNE
El magnate fue electo como presidente de los Estados Unidos; el Valle del Silicio y armadoras automotrices enfrentan incertidumbre.
Las reacciones en los mercados no se hicieron esperar desde las primeras horas de la mañana. Si bien hay quienes consideran que el nuevo presidente favorecerá al sector de la manufactura, el sector tecnológico de Silicon Valley podría enfrentar condiciones adversas.
“Las políticas económicas de Trump están enfocadas en castigar a China por sus abusos comerciales y regresar la manufactura a los Estados Unidos”, comenta Gregory Autry, profesor asistente de la Marshall Business School de la Universidad del Sur de California.
Si él decide imponer tarifas en los bienes provenientes del mercado chino, sin duda afectará a las empresas que dependen de una cadena global de suministro.
En el tema de inmigración, el Silicon Valley ha realizado un gran esfuerzo para expandir el programa de visa H-1B, el cual permite a los trabajadores talentosos permanecer en Estados Unidos e iniciar su proceso para obtener la residencia, mientras se satisface la demanda de trabajos altamente calificados. El ahora electo presidente mencionó que lo eliminaría.
Después los ciberataques en 2014 a la compañía Sony y los más recientes que pusieron en jaque diversos sitios de internet se puso en evidencia la debilidad de la infraestructura. Por su parte, Trump no manifestó tener un plan contundente para atender el problema.
Para las compañías del Silicon Valley este es un punto crítico, pues la protección de sus redes es indispensable para su operación; dichas empresas se encuentran en el top ten de la economía global.
El sector automotriz depende de México
El resultado de la elección ejerce presión en la industria, pues depende del comercio abierto con la nación azteca y corre el riesgo de elevar los costos.
Otro golpe podría venir de la inestabilidad de los mercados financieros si ésta aumenta la desconfianza en los consumidores de Estados Unidos en un momento en el que el crecimiento de las ventas se encuentra estancado.
Empresas como Ford, General Motors (GM) y Caterpillar han apostado miles de millones de dólares en un comercio abierto con China, México y otros países.
Ford, anunció en abril su plan para invertir 1.6 mil millones dólares para expandir su producción de autos compactos en México, lo cual no fue bien visto por Donald Trump, quien también puso en la mira GM por su intención de invertir 5 mil millones de dólares en el país.
Bill Ford, presidente executivo de Ford, comentó que la empresa emplea a más trabajadores de Estados Unidos que cualquier otra compañía y que la producción de vehículos en México no representaría una pérdida de puestos de trabajo en la nación de las barras y las estrellas.
De acuerdo a los planes de inversión, la capacidad de México para producir automóviles aumentará un 50% en los siguientes cinco años, de acuerdo a estimaciones del Centro de Investigación Automotriz de Ann Arbor, Michigan.
“A estas alturas, desmantelar el TLC sería algo difícil de hacer”, comentó Kristin Dziczek, directora de industria, trabajo y economía del centro.