Por Redacción TNE
El progreso no sólo es en términos tecnológicos, sociales y económicos. Éste comienza desde cada uno de nosotros.
“Los seres humanos siempre serán capaces de encontrar argumentos para la confrontación y para no comprometerse”. — Nelson Mandela
¿Quién mejor para aprender valiosas lecciones de liderazgo de uno de los líderes más grandes de los que el mundo ha sido testigo? Nelson Rolihlahla Mandela.
Si volteamos a nuestro alrededor podemos observar que hay grandes líderes, ya sea como personas o compañías tecnológicas que están cambiando nuestra forma de vivir.
No por ello podemos dejar a un lado otros aspectos, como los sociales; un líder no puede olvidarse de ellos. Pareciera que la revolución tecnológica integra más a la sociedad, al menos en los países más desarrollados. Pero también esta ese aspecto que, sin deberla ni temerla, pareciera incrementar la brecha entre ricos y pobres. La desigualdad.
Tampoco hablemos en términos económicos, porque también los ideológicos juegan un papel crucial: diferentes perspectivas hacen ver el mundo como si dos grupos de personas estiraran una cuerda en direcciones opuestas.
Durante estos momentos es cuando debemos de mostrar esa capacidad de liderazgo en cada uno de nosotros para lograr cambios sustanciales, primero en nuestro interior, para luego influir en nuestro entorno, a través del trabajo y en la industria en la que nos desenvolvemos.
“Ya no debemos tratar de culpar a otros por nuestra condición o recurrir a otros para que asuman la responsabilidad de nuestro desarrollo”, comentó Nelson Mandela durante un banquete en Ciudad del Cabo en el 2002.
¿Qué podemos extraer de la vida del líder africano para aprender y poder desarrollar nuestro potencial liderazgo? En cada uno de nosotros está la posibilidad de ser un agente de cambio; aquí también entra en juego la innovación, pues no sólo es tecnológica. Su propósito: reinventarnos.
Toma en cuenta que los ideales y todo lo que derivó en los logros de Mandela, se originaron en condiciones de adversidad, principalmente cuando fue prisionero en la cárcel de Robben Island.
Puntos clave antes de querer cambiar al mundo
La primera lucha es contra uno mismo. El cambio primero debe de darse en nosotros para poder influir en nuestro entorno e inspirar a otros. Por lo tanto, considera lo siguiente. Hay que:
· Estar listos para modificar nuestra forma de ser y de actuar; de lo contrario, la posibilidad de alcanzar objetivos mayores será prácticamente imposible. También es importante Reconocer que este proceso de autoanálisis para crear nuevas conductas no es fácil.
· Ser lo suficientemente responsables y autocríticos. Define ideas y conductas que te limitan a ir más allá. No podemos exigir cambios a los demás, a las empresas, a los gobiernos u otras instituciones, si no sabemos qué es lo que queremos. Parafraseando a Mahatma Gandhi, debemos aspirar a convertirnos en lo que queremos ver en nuestro entorno.
· Mostrar que somos dueños de nuestros actos para cumplir con las metas: crecimiento depende de cada individuo. No se puede culpar a las circunstancias u otras condiciones externas. Echa un vistazo a la vida de Nick Vujicic; el poder de inspirar a otros lo tenemos. Vale la pena cuestionarse en cómo queremos hacerlo a otros.
· Responder a las necesidades de los demás: una vez que evaluamos cómo podemos ser mejores, entonces podemos considerar la forma de ayudar a otros.
Hoy en día el tema de la innovación es uno del cual se escucha con mayor frecuencia, ya sea en las grandes empresas o en los nuevos emprendimientos que aportan excelentes soluciones y que facilitan la vida de millones de personas. Pero también tiene que llegar al encuentro del ser humano. Y eso depende de cada uno de nosotros.