La inteligencia artificial ayuda analizar el hielo marino y anticiparse con tiempo para apoyar a comunidades que dependen de este ecosistema. De igual manera, permite crear granos más resistentes a las inclemencias del clima.
El derretimiento de los polos genera preocupación ante los embates del calentamiento global. Sin embargo, la respuesta contra este problema, y otros más, yace en la inteligencia artificial (IA) para combatir el cambio climático al predecir el derretimiento del hielo en el ártico y ayudar a los cultivos a que se adapten a las condiciones del ambiente.
Un grupo de investigadores dirigidos por la Bristish Antarctic Survey (BAS) y The Alan Turing Institute, desarrollaron un sistema de IA denominado IceNet, que atiende el reto de generar pronósticos precisos sobre el océano artífico con anticipación.
El hielo del mar que conforma una capa que aparecen en los polos Norte y Sur, es complicado de analizar debido a las condiciones atmosféricas y al agua que se encuentra por debajo.
La sensibilidad del hielo marino al incremento en la temperatura en el verano ha ocasionado que se reduzca a la mitad en las últimas cuatro décadas. Esto equivale a perder una zona 25 veces el tamaño de Gran Bretaña.
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Dichos cambios traen consecuencias devastadoras no solo para el clima, sino también en el ecosistema ártico, así como en las comunidades locales e indígenas cuyas vidas ligadas al ciclo temporal del hielo marino.
IceNet cuenta con una precisión casi del 95 % para predecir si el hielo estará presente con dos meses de anticipación, esto con la ayuda del deep learning y al análisis de simulaciones sobre cambios en clima a lo largo de miles de años.
El sistema “tiene el potencial de llenar un vació en la predicción del hielo marino en los esfuerzos de sostenibilidad en el Ártico y funciona mil veces más rápido que los métodos tradicionales”, comentó Tom Anderson, científico de datos en BAS AI Lab y fundador del The Alan Turing Institute, de acuerdo con el sitio Phys.
Inteligencia artificial para garantizar alimentos
Imagina que de pronto puedes plantar cultivos capaces de resistir el calor, frío e incluso la sequía en vez de tener que buscar otras zonas fértiles. Esto es lo que quiere lograr la startup Avalo, que usa la IA para analizar el genoma con el fin de reducir el tiempo y dinero para producir plantas más resistentes a los climas calurosos y a otros factores.
La empresa ha desarrollado un modelo basado en machine learning para simular los efectos de los cambios en el genoma de las plantas, que puede reducir los tiempos de estudio de 15 años a tan solo dos o tres a un costo simular. Esto sin duda traería grandes beneficios con el fin de crear semillas más fuertes.
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Por ejemplo, al hacer que granos como el maíz o el arroz sean más resistentes al calor, los insectos e inclemencias del clima, las empresas pueden incrementar los márgenes de ganancias para los granjeros. Incluso es posible que los cultivos puedan crecer en áreas donde antes no lo hacían.
No hay duda de que la inteligencia artificial ayuda a predecir el derretimiento del hielo y hacer los cultivos más resistentes al cambio climático. Pero ¿se tiene que acelerar este proceso antes de que sea demasiado tarde?
