La vicepresidenta electa defiende la protección de datos y la privacidad, pero ¿podrá influir en la política de Estados Unidos e impactar en el sector tecnológico?
A pesar de que los demócratas en Estados Unidos buscan mayores regulaciones para las empresas tech, la vicepresidenta electa, Kamala Harris podría ser una aliada del sector de la tecnología. De igual manera, representa una fuerte voz para que esta sea implementada en aras de mejorar los servicios que ofrece el gobierno en una eventual administración con Joe Biden como presidente.
De acuerdo con Daniel Castro, director del Center for Data Innovation, habrá un funcionario con la suficiente experiencia para transformar al gobierno. “No hemos tenido a alguien de alto nivel que tenga esa clase de insights y creo que es un acierto [que ocurra así]”1, según sus declaraciones.
Te puede interesar: 3 claves para lograr tus metas y no dejar que los problemas de los demás te gobiernen
Harris mantiene fuertes lazos con Silicon Valley más allá de haber nacido y educándose en San Francisco. Por un lado, sus campañas para Fiscal General y senadora dependieron de donativos por parte de la elite tecnológica. Por el otro, su red de familiares, amigos y aliados políticos se desenvuelven en este mundo. Sin embargo, no hay garantías para las compañías.
Regulación a la vuelta de la esquina
En medio del escrutinio que enfrenta Silicon Valley por alegatos sobre prácticas antimonopolio, no todo podría ser miel sobre hojuelas con la llegada de Kamala Harris a la vicepresidencia de Estados Unidos, al menos así lo sugieren expertos.
“Es una exfiscal”, explicó David Balto, anteriormente abogado en el Departamento de Justicia en la división antimonopolios. “Ella tiene comprensión sobre el balance que se necesita en la industria tech”.
A reserva de lo que pueda ocurrir con la elección de Estados Unidos, aunque ya está prácticamente decidida, Harris no ejercería mano dura a las compañías tecnológicas. Más bien buscaría un balance que les permita continuar desarrollando y manteniendo las buenas relaciones.
En una entrevista con el New York Times el año pasado, la vicepresidenta electa fue tajante: “Creo que las empresas tecnológicas deben ser reguladas”. Su principal prioridad es que se asegure la privacidad de los consumidores y sean ellos quienes decidan qué hacer con su información personal.
Lo anterior no está para más, cuando en 2016 se dio el caso de Facebook-CambridgeAnalytica y la intervención en las elecciones de EE. UU. que favorecieron al actual presidente, Donald J. Trump.
Aunque la red social ha mostrado buena fe para manejar la desinformación respecto a la pandemia por el coronavirus, no ha sido así con relación al tema de supresión de votos y protección de derechos civiles.
¿Bajará la guardia?
Es sabido que un vicepresidente no siempre tiene un impacto directo en las políticas. No obstante, es capaz de enviar un mensaje sobre cuáles serán las prioridades del gobierno para atender y resolver ciertos temas.
En primera instancia, Harris avoca por la privacidad y protección de datos. Como senadora, logró la aprobación de una ley para garantizar la seguridad de la información en California, pero por ahora no existe un estándar a nivel federal, por lo que no sería de extrañar que ella busque ser un enlace entre la Casa Blanca y el Congreso que impulse una legislación respecto a este tema.
Lee también: Los cambios en ciberseguridad ante la nueva realidad
Como segundo punto, se encuentra la encriptación y la aplicación de la ley. Tanto el FBI como para el Departamento de Justicia buscan tener acceso a las comunicaciones codificadas de los sospechosos criminales, tema que genera tensión entre Washington y Silicon Valley, porque las empresas tecnológicas argumentan que esto atenta contra la privacidad y seguridad de todos los ciudadanos.
En 2016 Kamala Harris se mantuvo al margen del caso del tirador de San Bernardino, cuando el FBI quería desbloquear el iPhone del atacante. No obstante, desde la vicepresidencia, tal vez ella ya no pueda darse el lujo y tendrá que tomar partido sobre este tema.
Por último, existe la posibilidad de que Harris ya no se enfoque en asuntos demasiado específicos. Quizá opte por abordar aquellos relacionados con la inmigración, la propiedad intelectual y el acceso a internet, los cuales también son importante para el sector tecnológico.
No está claro si Kamala Harris será una aliada del sector de tecnología, pero todo indica que pueden darse cambios en el sector que aboguen por una mayor seguridad de la información de los ciudadanos.
Referencias: 1Nextgov