El lado romántico, los detalles para conquistar a una persona, las pequeñas muestras de afecto y el compromiso con la pareja, son elementos clave del noviazgo y el matrimonio que la tecnología está poniendo en riesgo. Las aplicaciones de citas, las redes sociales y otros avances están redefiniendo las relaciones amorosas, desde el proceso de conocer a una persona y desarrollar un lazo sentimental, hasta la formalización de la relación, pero ¿hasta qué punto las está deshumanizando y acabando con el romanticismo? 

Las redes sociales y las aplicaciones de citas están cambiando el juego

No cabe duda que la forma de conocer a una pareja está cambiado. Según una encuesta del Pew Research Center, el 42 % de los adultos mayores a 30 años en Estados Unidos ha utilizado una aplicación de citas para conseguir pareja y consideran que estas facilitan la formación de una relación a largo plazo.

De hecho, diversos estudios sugieren que las aplicaciones de citas son actualmente el tercer medio más común para conocer a una nueva pareja en países como Estados Unidos y Alemania.

En el pasado, publicar un anuncio personal para encontrar pareja o participar en un club de citas estaba estigmatizado. Sin embargo, el auge de los smartphones y las aplicaciones móviles, aunado a la conectividad del internet hicieron que una práctica considerada rara, estigmatizada y tabú, se convirtiera en una forma muy normal de conocer gente.

Hoy, en lugar de conocer personas en espacios públicos, los usuarios de las plataformas de citas en línea establecen el primer contacto con sus posibles futuras parejas y comienzan a chatear con ellas desde la privacidad de sus hogares, ya sea a través de los mismos chats de estas aplicaciones o mediante redes sociales, dando pie a que la interacción sea hasta cierto punto manipulada.

Apps de citas: ¿El fin del romanticismo?

A pesar de que las plataformas de citas online y las redes sociales se han convertido en uno de los principales medios para conocer nuevas personas, estas aplicaciones también están disminuyendo el compromiso en una relación, volviéndolas más superficiales y menos románticas. 

Por un lado, la tecnología ha hecho que las citas para conocer mejor a una persona, al menos en una primera etapa, se transformen en una actividad privada y remota que se lleva a cabo de forma completamente desconectada de la esfera social de los involucrados. Esto permite que las personas muestren solo su mejor versión o incluso se proyecten a sí mismos como alguien que no son, con el fin de obtener un mayor éxito con gente nueva. Este hecho pone en riesgo la naturaleza de esa primera impresión, que es fundamental a la hora de conocer a una persona.

Por otra parte, estas aplicaciones han vuelto a las personas menos sensibles a la hora de juzgar o rechazar a alguien. Al proporcionar la facilidad de elegir o rechazar a una persona con un simple clic, estas plataformas fomentan la falta de compromiso en los usuarios, quienes inconscientemente cosifican a otro ser humano al ingresar a una aplicación para encontrar una nueva pareja, de forma similar a la que entrarían a Amazon a escoger un producto. 

Además de lo anterior, estudios recientes señalan que existe un gran porcentaje de personas que utilizan estas plataformas únicamente para encuentros casuales. El 43% de los hombres y el 37% de las mujeres que utiliza una app de citas lo hace con el fin de conocer gente para pasar un buen rato y no en busca de establecer una relación formal. 

De hecho, una investigación reciente encontró que las relaciones que se forman mediante una plataforma en línea, tienden a volverse sexualmente activas mucho más rápido que las formadas de manera tradicional. 

El 56% de las parejas que surgen a partir de una aplicación de citas tiene relaciones sexuales por primera vez, en menos de un mes después de conocerse en línea y alrededor del 33% tienen intimidad en menos de una semana. Mientras tanto, únicamente el 6% de las personas que conocieron a su pareja por medio de un canal físico se convierten en parejas sexuales en siete días, la mayoría incluso tardan meses.

La investigación demuestra que si bien la tecnología se ha convertido en uno de los medios más convencionales para conocer nuevas personas, no necesariamente es con la intención de formar una relación seria, distorsionando el fin de estas aplicaciones.

Las redes sociales: fuente de problemas matrimoniales

La conectividad instantánea del internet, junto con el auge de los smartphones y las redes sociales están impactando significativamente en el día con día de las relaciones amorosas en todo el mundo. 

Paradójicamente, aunque estas plataformas permiten a las personas mantener una comunicación constante con su pareja, así como seguir su acontecer diario, diversos estudios sugieren que estas plataformas se han convertido en una de las causas principales de problemas amorosos.

Lo anterior se debe en gran medida, a que las redes sociales generan que las personas le resten atención a su pareja por pasar tiempo en estas plataformas.

De hecho, una investigación encontró que aproximadamente uno de cada 4 divorcios en Estados Unidos, surgen a raíz de problemas relacionados con las redes sociales.

Otro estudio descubrió que existe una correlación entre el uso de redes sociales y la cantidad de divorcios al año, después de hacer un comparativo de las tasas de divorcio de cada estado de Estados Unidos en relación a la cantidad de cuentas de Facebook e Instagram per cápita y el tiempo promedio que pasan en estas plataformas. La investigación reveló que las tasas de divorcio son casi 10% mayores en las regiones donde más se utilizan las redes sociales.

También encontró que un aumento anual del 20% en las cuentas de Meta se asoció con un crecimiento aproximado del 4.32% en las tasas de divorcio de múltiples estados.

La inteligencia artificial llega a las relaciones amorosas

A pesar del poco tiempo que los sistemas de inteligencia artificial generativa tienen de existir, está tecnología ha evidenciado la falta de compromiso y romanticismo de las relaciones en la actualidad, lo cual se refleja en las personas que recurren a estas herramientas para generar cartas o mensajes románticos para su pareja, hasta cierto punto automatizando y deshumanizando el amor.

Según una investigación de McCaffe realizada hace un par de semanas, el 33% de la muestra de los mexicanos encuestados utilizó herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT para escribir una carta de amor el pasado día de San Valentín. El estudio demuestra que las personas se han vuelto perezosas y hasta cierto punto dependientes de la tecnología, incluso para expresar sus sentimientos. 

Por otro lado, curiosamente el 49% de la muestra señaló que se sentirían ofendidos y hasta cierto punto molestos si descubrieran que la carta de amor que recibieron en San Valentín fue escrita por una IA. Sin embargo, el 67% no pudo diferenciar entre una carta de amor escrita por ChatGPT y un ser humano. De hecho, 63% incluso prefirió una nota generada por una IA con el estilo de un poeta.

Existen suficientes elementos para decir que las plataformas de citas, las redes sociales y la tecnología en general está reinventando las relaciones amorosas, dejando en segundo término el romance, los pequeños detalles, las muestras de afecto y otros componentes fundamentales para formar un lazo afectivo profundo. Será muy interesante ver cómo continúan evolucionando las relaciones de pareja a medida que la transformación digital continúe.