Visita el monumento religioso más grande del mundo, Angkor Wat, que alguna vez fue el epicentro de la cultura jemer.
Por Redacción TNE
Ubicado en el centro de Camboya rodeado por muros y una vasta fosa, el majestuoso Angkor Wat reside como el corazón y principal emblema del país asiático.
Construido por el rey Suryavarman II a finales del siglo XII en honor al dios Vishnu, está hecho para simbolizar el monte Meru, una montaña mitológica dentro de varias culturas asiáticas. La torre central conocida como pyathatt representa el pico más alto, mientras que los muros y la fosa, las cordilleras que dicen las leyendas rodean el universo y el océano del cosmos.
Su nombre se deriva de los términos angkor, la región a la que pertenece y que significa ‘ciudad’ en sánscrito, mientras que wat es la palabra jemer para decir ‘templo’. Aún y cuando han pasado siglos de su construcción, nunca ha dejado de ser atendido y cuidado por monjes budistas.
El santuario forma parte de todo un complejo de estructuras que abarcan cerca de 400km2 y que alguna vez fueron las capitales del imperio. Desde 1992 es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para llegar se tiene que volar a Siem Riep, la ciudad más próxima a toda la región de Angkor donde se puede pedir que lo lleven en tuk tuk, un triciclo motorizado. Si te sientes más valiente, es posible rentar una bicicleta en uno de los distintos sitios de la ciudad y realizar el recorrido de 8km hacia el sitio.
Se recomienda visitar este lugar desde su hora de apertura a las 5:30 de la mañana, para lograr apreciarlo sin la congestión de viajeros que arriban a partir de las 9 en los autobuses turísticos. Debido a su conocido esplendor, recibe cerca de dos millones de visitantes al año.
El sitio tiene dos entradas, al este y oeste de la estructura, que cuentan con puentes adornados con estatuas de nagas, antiguas deidades en forma de serpiente. El complejo consiste de cinco santuarios, tres galerías que los conectan y dos pequeños templos que alguna vez funcionaron como bibliotecas.
A los alrededores también se puede visitar los sitios de Preah Khan, donde gigantescos árboles han ocupado la fachada de la antigua construcción, Phnom Bakheng dedicado al dios Shiva y Angkor Thom la última capital del imperio jemer que alberga el templo Bayon, famoso por sus rostros grabados en piedra. Un solo boleto de entrada da acceso a toda la región, aprovecha para visitarla en su totalidad.
Uno de los fenómenos más llamativos del lugar es ver como el sol se oculta al atardecer detrás de los edificios, dejando un tinte rojizo en el horizonte y observar el reflejo de todo el sitio en el agua. Incluso existen páginas web dedicadas a recomendar los mejores lugares de la zona para ser testigos de dicho espectáculo.
El sitio presenta una arquitectura única, una mezcla de espiritualidad y simetría que narra la historia de la devoción del hombre hacia sus dioses. Solamente recuerda llevar bloqueador y mucha agua, no te vayas a quemar en el calor camboyano.
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