Las embarcaciones no pueden acercarse a la isla y poner pie en ella es arriesgar la vida: sus habitantes no aceptan a nadie en su territorio.
Por Redacción TNE
En pleno siglo XXI sería impensable creer que todavía hay seres humanos que viven completamente ajenos a la tecnología, a la comunicación, a siquiera ir a una tienda de conveniencia para comprar comida. Efectivamente sí los hay, existen tribus que han tenido poco o nulo contacto con el resto de la civilización e incluso se considera que ni siquiera han dominado el fuego para cocinar alimentos…
Lo anterior ocurre en el Océano Índico; haz zoom a la Bahía de Bengala y vuélvelo a hacer hasta llegar a la isla Sentinel del Norte, uno de los lugares más aislados de la Tierra. Su tamaño es similar al de Manhattan y es hogar de una tribu que lleva habitándola desde hace 60 mil años que prefiere no tener contacto con la civilización. Y si alguien decide aventurarse en sus selvas, lo hace bajo su propio riesgo, porque los locales no son muy amistosos que digamos.
Los nativos que se encuentran en la paradisiaca isla se conocen como sentineleses y dado que no es sencillo mantener comunicación con ellos, resulta complicado estimar el número de habitantes, el cual se calcula entre los 50 y 400. Incluso el gobierno de la India decidió ya no intervenir más en la administración de la isla, al punto de delimitar una zona de exclusión de casi cinco kilómetros a la redonda a fin de evitar incidentes derivados de la hostilidad de los miembros de la tribu.
De hecho, en 2006 dos pescadores encallaron en la isla y fueron asesinados por guerreros sentineleses. Posteriormente, un helicóptero guardacostas intentó investigar lo ocurrido, pero no encontró la forma de aterrizar en la isla debido a que los nativos comenzaron a lanzar flechas a la aeronave, impidiéndole continuar con sus labores.
¿A qué podría deberse lo anterior? En 1880 M.V. Portman, un antropólogo, realizó un estudio que no terminó bien, dado que los investigadores se llevaron a una pareja y a cuatro niños para examinarlos; posteriormente murieron a causa de una enfermedad.
Se estima que los sentineleses viven prácticamente de la pesca y la tierra, en una Edad de Piedra permanente. Son tan delicados que cualquier enfermedad continental, incluso un resfriado común, podría ser mortal para ellos.
Organismos protectores de los derechos de los pueblos indígenas, como Survival International, definen a los habitantes de la isla Sentinel como la sociedad más vulnerable del planeta. De hecho, la institución aconseja no intervenir debido a que el contacto con el resto de los seres humanos podría serles fatal. Además, considera que, a pesar de sus condiciones de vida, están saludables y viven relativamente bien. Tal tez su hostilidad hacia los extranjeros se debe a que el mundo nos los ha tratado bien.
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