El recinto fue esculpido a partir de una sola piedra. La leyenda cuenta que ni siquiera mil hombres pudieron tumbarlo. ¿Qué misterio esconde este lugar?
Por Redacción TNE
“El David siempre estuvo escondido en ese gran bloque de mármol, lo único que hice fue quitar las partes sobrantes”, esta frase pertenece a Miguel Ángel Buonarroti y engloba cómo un artista realiza su obra de arte a partir de lo que ya estaba ahí, en este caso, la piedra. Pero este arquitecto, escultor y pintor italiano del Renacimiento, quedaría sorprendido al ver como todo un enorme templo fue esculpido de una sola piedra con herramientas simples, pero con técnicas muy avanzadas para la época.
El templo de Kailasa, también conocido como ‘Cueva 16’ se localiza en Ellora, en el estado de Maharashtra, en la India; pertenece a una red de 34 complejos religiosos también tallados en piedra. Tiene un antigüedad de mil 200 años y mide 30 metros de altura, un 50% más que el Partenón griego. Fue construido por el Rey Krishna I —gobernante del Imperio Rashtrakuta— en el año 760 d.C. para representar el Monte Kailasa, la morada Himalaya del dios Shiva y tomó 18 años terminarlo.
Según la leyenda, el santuario fue construido en el transcurso de una semana. Cuando el esposo de la reina se encontraba muy enfermo, ella le pidió a Shiva que lo curara. A cambio de dicho favor, la soberana se comprometió a construir el templo en dedicación al dios. El marido de la mujer fue sanado y ella se dispuso a cumplir su promesa; sin embargo, los arquitectos mostraron su preocupación por dicha tarea, pues consideraban que requeriría más tiempo para completarla, pero uno de ellos, llamado Kokosa, le aseguró a la gobernante que el proyecto podría terminarse en una semana, lo cual supuestamente así ocurrió.
Prácticamente está incrustado al cerro y para poder tallarlo se requirió en determinadas partes excavar y en otras derribar porciones de la montaña. Lo que llama la atención es la precisión milimétrica de la mano de obra, misma que se apoyó únicamente en martillos, cinceles y picos; el margen de error era prácticamente nulo, así que fue una ardua tarea comenzar la construcción de arriba hacia abajo.
En el exterior del templo se encuentran las diversas esculturas, entre ellas la de Nandi, la vaca sagrada de Shiva, así como unos elefantes que dan la impresión de sostener toda la construcción. Al interior hay paneles que muestran escenas del Ramayana, el Mahabharata y de las travesías de Krishna. Otras estructuras dignas de admirar son los pilares que flanquean la entrada principal, así como la galería donde hay 10 paneles gigantes donde aparecen diferentes avatares o representaciones de Visnú.
Un relato interesante data del periodo del Imperio Mogol, bajo el mando de Aurangzeb, quien ya había destruido innumerables templos hindúes y buscaba añadir el templo de Kailasa a su lista. Según se dice, mil personas intentaron demolerlo; pasaron tres años y los daños fueron mínimos, sólo algunas estatuas rotas o desfiguradas. Ante lo imposibilidad de lograr el cometido, Aurangzeb desistió de su cometido.
El misterio rodea a este recinto; concluirlo implicó la extracción de entre 200 y 400 mil toneladas de piedra, ¿cómo le hicieron los escultores para moverlas? ¿Usaron algún tipo de maquinaria avanzada para la época? ¿Recibieron ayuda de alguien…o algo?
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