Los cohetes se lanzarán antes, durante y después del eclipse solar desde las instalaciones del centro de vuelo Wallops de la NASA en Virginia, para medir como este fenómeno natural impacta a la atmosfera de nuestro planeta.
Con el objetivo de comprender mejor cómo impacta a la atmósfera de la Tierra cuando la luz solar es cubierta momentáneamente por la Luna sobre una parte del planeta, la NASA estará lanzando al espacio tres cohetes de sondeo directamente a los cielos oscurecidos durante el eclipse solar que se suscitará el próximo lunes 8 de abril.
El propósito de la investigación de la NASA
Mediante un comunicado de la NASA, el profesor de ingeniería física en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, Aroh Barjatya, quién dirige la misión explicó que un eclipse solar somete a la capa superior de la atmósfera llamada ionosfera a cambios extremos en muy poco tiempo, ya que pasa de estar cubierta con radiación ultravioleta y tener una temperatura muy caliente a ser privada de forma abrupta de esa energía, para después ser impactada nuevamente por el calor.
Habitualmente, durante el día los rayos ultravioleta cargan eléctricamente a las partículas de la atmósfera que van perdiendo sus electrones y por la noche, mientras no reciben energía solar, estas recuperan sus electrones y vuelven a ser neutras. Sin embargo, durante un eclipse total el ciclo anteriormente descrito se acelera drásticamente, creando ondas que pueden afectar a la ionosfera, así como causar interrupciones en las comunicaciones por radio y satélite.
“Si queremos comprender el caos que se crea en la ionosfera, tenemos que estudiar de cerca lo que sucede allí arriba”, declaró Aroh Barjatya respecto a la misión. “Entender el fenómeno y desarrollar modelos que nos ayuden a predecir perturbaciones en esta capa de la atmósfera es crucial para garantizar que nuestro mundo, cada vez más dependiente de las comunicaciones, funcione sin problemas ni interrupciones”, añadió.
¿Cómo estudiarán los cohetes de la NASA el impacto del eclipse?
Los cohetes de sondeo despegarán desde las instalaciones del centro de vuelo Wallops de la NASA, ubicado en Virginia y serán lanzados de forma paulatina: el primero 45 minuto antes, el segundo durante y el tercero 45 minutos después del eclipse, para recopilar datos sobre los cambios que se producen en la capa superior de la atmósfera llamada ionosfera.
Se espera que las aeronaves alcancen una altitud máxima de 260 millas o aproximadamente 420 kilómetros. Cada uno de estos se encargará de recopilar datos sobre la densidad de las partículas cargadas y neutras, así como la de los campos eléctricos y magnéticos circundantes para posteriormente ser analizados y comparados por especialistas de la NASA.
“Cada cohete expulsará cuatro dispositivos secundarios del tamaño de una botella de refresco de dos litros que también miden los mismos puntos de datos, por lo que es como si estuviéramos lanzando quince cohetes distintos, aunque en realidad sólo lanzaremos tres”, explicó Barjatya.
Esta será la segunda ocasión en que los científicos de la NASA utilicen los cohetes de sondeo para estudiar un fenómeno espacial, ya que estos fueron lanzados por primera vez durante el eclipse solar anular del 2023. Según Barjatya, aquella vez observaron una fuerte reducción en la densidad de las partículas cargadas a medida que la sombra del eclipse anular pasaba sobre la atmósfera.
“Estamos muy emocionados de lanzarlos nuevamente ahora durante el eclipse solar total, para ver cómo varían las perturbaciones con respecto a los resultados del eclipse anular”, añadió el investigador.
Los lanzamientos de los cohetes de sondeo se transmitirán en vivo a través del canal de YouTube del centro de vuelo Wallops y además aparecerán durante la transmisión oficial del eclipse solar total de la NASA.
Además del lanzamiento de los cohetes, varios equipos de científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica localizados tanto en Estados Unidos como en México, estudiarán los efectos del eclipse solar en la atmósfera a través de distintos medios.
Cabe destacar que el próximo eclipse solar total que se producirá sobre Norteamérica será hasta el 2052, por lo que el evento astronómico del próximo lunes representa una oportunidad única para que los científicos de la NASA recopilen datos cruciales mediante esta clase de experimentos.