Judah Pollack es experto en liderazgo dentro de un mundo que avanza rápidamente; ha sido asesor de ejecutivos de alto nivel de Oracle, SAP, Lucasfilm, Dell Computer y el New York Times.
Entrevista exclusiva por Redacción TNE
El autor del libro “Wiring the Breakthrough Brain: The Neuro-architecture of Innovation” y coautor de “The Chaos Imperative: How Chance and Disruption Increase Innovation, Effectiveness and Success” señala que el “tiempo muerto” es necesario para brindarle un respiro al cerebro para que asocie ideas que por apariencia no tienen relación, pero que pueden ser la respuesta a un problema.
¿Qué es el pensamiento asociativo? ¿Y cómo lo desarrollamos para despertar nuestro ingenio interior?
Es la habilidad de asociar ideas y conceptos que no tienen una conexión obvia, frecuentemente es una forma de avanzar. Por ejemplo, ¿qué aprendieron los creadores del tren bala japonés de un pájaro martín pescador? Cuando éstos se sumergen en el agua pocas veces salpican por la forma única de su pico, entonces al rediseñar la punta del tren para amortiguar las ráfagas del viento, lo hicieron imitando la anatomía del ave y ahora el aire se desliza por encima. Aquí la genialidad fue ligar dos cosas que parecían no estar relacionadas entre sí. Todos tenemos esta capacidad en un área del cerebro, es un espacio que supera a cualquier computadora. Una de las claves para desarrollarla es asegurarse de que hay suficiente información como en una biblioteca de datos para ordenar y optimizar este pensamiento, ésta se puede obtener al ir a un museo, leyendo un libro o viendo una película; también hay que conocer temas diferentes al campo de experiencia, pero que podrían ser adyacentes, por ejemplo un programador informático, debe estudiar de antropología, porque en ambos casos se trata de cómo los sistemas subsisten; el administrador de un hospital puede informarse sobre la industria hotelera ya que tienen en común el atender a las personas; y si se es encargado de una cadena de suministros hay que aprender del eficaz servicio dabbawalas, término utilizado para el sistema de reparto de cajas de comida en la India.
¿Qué es la red neuronal por defecto (DMN por sus siglas en inglés)?
Es un conjunto de 9 ó 10 regiones cerebrales que juegan un papel importante en el pensamiento asociativo. Estas áreas manejan muchas funciones: la memoria, el futuro de previsión, la predicción del error, empatía, habilidad para leer y adaptarse al entorno actual, reflexión sobre nuestro ser, búsqueda de sentido y la planificación de escenarios.
La gran paradoja actual es que el tiempo pide ir a un ritmo rápido, pero para que el cerebro avance, éste necesita ir despacio; el desafío es encontrar un término medio.
¿Cómo se relacionan el pensamiento asociativo y la DMN para llegar a una gran idea? ¿Dónde se inicia?
Cuando se tiene un problema, la DMN es como un “comité asesor” que opera justo por debajo del nivel de conciencia, siendo la razón por la que funciona mejor cuando soñamos despiertos, tomamos una siesta o llega como “intermedio” de algo, por ejemplo al estar tomando un baño. Éste vincula todas esas ideas diferentes y novedosas hasta que una parece funcionar y se tiene un momento “A-Ha” o una revelación, por eso decimos que es automático.
Estamos familiarizados con este guía, pero vivimos tan ocupados que rara vez dejamos que funcione y hable con nosotros. La gran paradoja actual es que el tiempo pide ir a un ritmo rápido, pero para que el cerebro avance, éste necesita ir despacio; el desafío es encontrar un término medio. ¿Cómo hacerlo? 1) Sigue adelante y trabaja duro, pero cuando llegues a un tope, detente y no te presiones más; 2) ve despacio, toma un tiempo libre y descansa; 3) enfócate en el problema, pero también date tiempo para una siesta; concéntrate, da un paseo para divagar mentalmente; y 4) lee un libro que no se relacione con tu problema, cocina, observa el paisaje en una ventana. No es algo superficial, son formas de crear un espacio que le permita a tu consejero avanzar y empezar a trabajar.
¿Qué quieres decir con que es importante que las personas que desean progresar en algo deben pasar por el caos? ¿Por qué?
Esta palabra puede ser engañosa. La época actual en la que vivimos es compleja y tan vasta que al enfrentarla se siente como una completa confusión. La responsabilidad emocional llega a ser confusa y es algo tan incómodo que se busca simplificar en exceso para hacer el mundo más manejable, pero es necesario aprender a estar confortables aunque sea complicado. Puede ser abrumador para la mente racional y consciente, pero es justo en ese nivel donde el “comité asesor” se involucra y encuentra la señal. Si se ignora el caos y hacemos las cosas fáciles en beneficio de la comodidad, es negarle al asesor la oportunidad de profundizar y trabajar en una valiosa biblioteca llena de información.
El balance es saber cuándo alejarse para liberar al cerebro de un enfoque intenso y permitir que otra red participe para enganchar al mundo en su forma asociativa no lineal.
¿Dónde podemos encontrar este caos positivo? ¿Cómo nos beneficiamos de él?
Éste no es un lugar para ser encontrado, es una actitud que se asume. Abrir un espacio indefinido se transforma en algo bueno cuando se adopta sin demandar una meta específica y cuando se acepta para el proceso emergente que es. Los cerebros evolucionan en una red de regiones diseñadas para encontrar patrones en medio de la complejidad y la usan para mostrar avances. Este caos se desarrolló para trabajar en una línea de tendencia, si permitimos a nosotros mismos escalar en un flujo natural entonces se convierte en algo positivo.
¿Cómo se encuentra el equilibrio entre las cosas planeadas-estructuradas y el caos?
La estabilidad entre la estructura y la complejidad abierta va a ser un poco diferente para cada persona, pero en general implica dedicar más tiempo a la organización y a las actividades orientadas a la meta: “alrededor del 99% transpiración y 1% inspiración”. Hay una gran cantidad de trabajo que implica avanzar, es necesario sumergirse en el proyecto y ejecutarlo de manera eficiente. El balance es saber cuándo alejarse para liberar al cerebro de un enfoque intenso y permitir que otra red participe para enganchar al mundo en su forma asociativa no lineal. Es difícil porque en este mundo se le llama perder el tiempo, pero fue en ese “tiempo perdido” cuando Einstein concibió su concepto de la relatividad y cuando Darwin desarrolló la Teoría de la Evolución. Es en ese momento cuando nuestro ingenio cobra vida.
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