La rotación de personal puede ser causada por múltiples factores, aunque uno frecuente es tener un mal jefe.
Por Redacción TNE
Conseguir el equipo de trabajo perfecto es una tarea complicada porque requiere que quienes se van integrando a tu empresa se comprometan con tus objetivos y valores.
Sin embargo frecuentemente aunque las tareas se realizan bien y se tienen buenos niveles de productividad, la realidad es que tus colaboradores no son felices en la organización y lo más preocupante es que tú, su líder, puedes ser el principal motivo.
Te estarás preguntando qué puedes estar haciendo mal para que ellos se sientan así. Bueno, existen muchas actitudes que consciente o inconscientemente puedes estar haciendo para estresarlos, molestarlos y hasta orillarlos a abandonar la compañía. Toma nota y evítalas:
1. Ocultar cosas. Si bien es cierto que muchas de las decisiones que se toman son confidenciales, los empleados necesitan sentir que se les toma en cuenta, sobre todo cuando algo -bueno o malo- está pasando en la empresa y se nota. Establece una buena estrategia de comunicación con tu equipo y háblales con la verdad, ellos lo van a valorar y, en caso de tratarse de una crisis te mostrarán lealtad y compromiso para salir adelante.
2. Estancarlos. Nadie quiere permanecer en una empresa en donde no existe la posibilidad de crecer profesionalmente o en donde no se valora su trabajo. Las promociones y aumentos salariales son la mejor forma de decirle a un trabajador qué tan importante es para la organización.
3. Fijar objetivos inalcanzables. Las metas son necesarias para saber hacia dónde está yendo, sin embargo éstas deben establecerse situadas en la realidad; cuando se eligen objetivos imposibles de alcanzar lo único que se logra es desmotivar a los empleados al crearles un sentimiento de derrota.
4. No brindarles seguridad. Sí, es normal y lógico que cuando llega alguien nuevo a la compañía su trabajo sea en calidad de “eventual” o “de prueba”, pero este estatus debe ser temporal o de lo contrario la persona nunca sentirá que realmente puede hacer carrera ahí. Otorgar un puesto de planta y las prestaciones que poseen trabajadores con mayor antigüedad es la mejor forma de ganarse la confianza de esa persona.
5. Reprender en exceso y/o ser poco flexible. Nadie es perfecto y todos tienen una vida aparte del trabajo, así que las emergencias pueden pasarle a cualquiera. No te conviertas en un jefe intransigente al que simplemente no se le puede hablar, los empleados hoy en día están buscando un buen ambiente laboral, incluso por encima de un gran salario, así que no los ahuyentes por cosas tan simples y fáciles de evitar.
Tener un capital humano feliz es sinónimo de trabajar bien y tener una mayor productividad. De nada sirve presionar en exceso a los trabajadores para que cumplan sus metas, ya que esto lo único que provocará será elevar su estrés y su descontento. Mejor trabajen como empresa para encontrar los puntos medios de cómo deben realizar sus actividades para obtener los mejores resultados.