La IA revela secretos de los Rollos del Mar Muerto y le dan un nuevo curso a la historia. De esta manera, se transforma la manera de estudiar sucesos vividos en épocas anteriores para darles un nuevo significado.
¿Te imaginas ver cómo fue tal cual el Sermón de la montaña ofrecido por Jesús de Nazaret? Cada vez está más cerca el momento en que la inteligencia artificial (IA) permita revivir el pasado para conocer con detalle la historia de hace años, siglos e incluso milenios y desentrañar tanto misterios como aclarar verdades.
El uso de la IA no solo servirá para analizar épocas pasadas, sino estudiar artefactos antiguos con más precisión (por ejemplo, el mecanismo de Anticitera, una calculadora mecánica que data del año 87 a.C.), escritos, piezas de arte e incluso ciudades o civilizaciones que de pronto quedaron en el olvido, totalmente destruidas.
La importancia de estos avances es que contribuirán a llenar espacios vacíos, evitar sesgos o asumir hechos de forma errónea. ¿Qué tal averiguar con lujo de detalle cómo los antiguos pobladores cruzaron el estrecho de Bering para asentarse a lo largo de lo que hoy es el continente americano?
Te puede interesar: Clubhouse, oro sólido para el área de marketing
Lograr lo antes mencionado implica digitalizar grandes cantidades de textos antiguos que posteriormente se utilizan para crear estructuras de información que la inteligencia artificial analizará a gran velocidad con el fin de revelar escenarios y contextos más precisos. Esto sin duda mejoraría la percepción histórica sobre determinados eventos, arrojando luz en áreas grises.
Un ejemplo de lo anterior está en Pablo Picasso (1881-1973), quien acostumbraba a pintar sobre lienzos usados. Una de sus obras más reconocidas, La mendigo en cuclillas fue elaborada sobre el trabajo de otro artista, en la cual aparece el Parque del Laberinto de la Horta de Santiago Rusiñol, contemporáneo de Picasso, y que retrata a la ciudad de Barcelona en 1791. Este paisaje fue descubierto por científicos que se apoyaron en la IA e impresión 3D para develar la pintura oculta1.
Este caso abre la puerta para explorar más posibilidades de usar la inteligencia artificial para explorar tiempos anteriores. Ya está sucediendo y puede llegar a ser hasta polémico.
¿Ya no estamos condenados a repetir la historia?
Conocer el pasado se vuelve fundamental, no solo para comprenderlo, sino también con la finalidad de ayudarnos a crear un mejor futuro. Bien dice la frase, atribuida a Napoleón Bonaparte, “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”. ¿La inteligencia artificial sería capaz de darle un giro de 180 grados a lo conocido?
Sin duda, entre los temas que generan polémica se encuentra la religión, y no es para menos, ¿qué pasaría si descubrieran secretos que confirmen o refuten los hechos de lo que hasta hoy se conoce?
Investigadores de la Universidad de Groninga en Países Bajos, fueron capaces de usar la IA para analizar el más extenso de los Rollos del Mar Muerto que datan del siglo III a.C. (prácticamente sientan las bases de la Biblia Hebrea), particularmente el de Isaías, con una longitud de poco más de siete metros, ocupando 17 hojas de papiro. El sistema determinó que el documento fue escrito por dos autores, en vez de uno, con una caligrafía similar2.
Lo interesante del estudio es que también es posible inferir aspectos sobre el estilo de vida de los escribas. Por ejemplo, se sugiere que ambos fueron educados juntos a la hora de aprender técnicas, incluso tal vez en la misma escuela o familia, como si se tratara de un padre que enseña a sus hijos a escribir.
¿Cómo pudo lograrse todo esto? La IA usó un patrón de reconocimiento para analizar la letra hebrea Aleph o Álef, la cual aparece más de 5,000 veces en rollo. Así se identificaron aspectos únicos de la caligrafía de los autores. De igual manera, se reconocieron patrones en el manuscrito que marcan transiciones donde cada uno interviene en la redacción, particularmente a partir de la segunda parte.
Lee también: 3 personas que van de humanos a cyborgs en al vida real
Este caso abre la puerta para que la inteligencia artificial devele conocimientos más profundos. ¿Qué pasaría si esta tecnología junto con la realidad virtual (RV) pudiera crear un mundo envolvente para saber más, por ejemplo, de los Juicios de Salem entre los años 1692 y 1693?
Otro ejemplo menos polémico es el de Daniel Voshart, un diseñador que uso la IA y el machine learning (ML) para recrear los rostros a partir de los bustos de los 54 emperadores romanos3. Principalmente lo hizo con la herramienta online ArtBreeder, que usa un método de ML denominado Red Generativa Antagónica (GAN, en inglés) para manipular retratos y paisajes, usado para crear fotos que parecen reales.
Voshart ‘alimentó’ al programa con imágenes de los emperadores a partir de estatuas, monedas y pinturas. Posteriormente hizo ajustes en los retratos de forma manual según las descripciones históricas de estos personajes. En consecuencia, los resultados consiguieron un alto nivel de realismo.
Si bien este proyecto parece más de mero entretenimiento, no hay duda de que podría ayudar a que las clases en las escuelas sean más interactivas. En el caso de los emperadores romanos, ¿no sería más interesante saber sobre sus vidas si se puede ver cómo eran en realidad (lo más fiel posible) en vez de ver únicamente estatuas de mármol o fotos en internet?
La inteligencia artificial guarda el potencial para transformar por completo la manera en que se estudia la historia. Sin duda, tendrá la capacidad de modificar o crear nuevos paradigmas y darle un giro de 180 grados a la forma en que los eventos pasados definen el rumbo del mundo actual.
Referencias: 1Smithsonian Magazine, 2Forward, 3The Verge