Las empresas deben de contar con soluciones que les permitan mantener su competitividad y garantizar su permanencia en el mercado.
México ocupa el primer lugar en comercio electrónico y banca móvil en Latinoamérica, lo que amplía el panorama en temas de innovación, pero también presenta riesgos para las empresas y los usuarios.
En un mundo permanentemente interconectado, la clave para garantizar la rentabilidad y supervivencia de las empresas es contar con información que permita responder ante cualquier amenaza, señaló Giselle Wong, subdirectora de Reaseguro en Aon México.
La infraestructura del Internet en un inicio era limitada hasta cierto punto, lo que permitía a las empresas tener mayor control sobre la seguridad de la información de sus clientes. Comprar un boleto de avión en línea o descargar música desde la red, eran actividades comunes para los internautas que entonces representaban menos del 20% de la población.
Con el desarrollo de la tecnología y de la red, los usuarios se fueron sumando a un esquema de comunicación con el que todo era posible, desde comprar dispositivos tecnológicos y productos de consumo diario, hasta realizar transacciones interbancarias con sólo introducir sus datos y dar clic, la transición a la era digital se dio de una forma tan orgánica que pocos hicieron conciencia sobre las repercusiones en la privacidad y sensibilidad de la información que se comparte a través de Internet.
Ante esta transformación digital, en el informe de Aon Cyber Security Report 2019: What’s Now and What’s Next, se advierte que a medida que las empresas continúan utilizando la tecnología para agilizar la transferencia de información, así como la compra-venta de productos y servicios online, surgen oportunidades que generan riesgos radicalmente diferentes, que deben anticipar y gestionar dentro de sus procesos de transformación digital.
Prueba de lo anterior, es la red que ahora cuenta con un aproximado de cuatro mil 388 millones de usuarios, poco más de la mitad de la población mundial; el tráfico de información es constante y las situaciones de riesgo van en aumento.
“Hoy la nube es utilizada por 7 de cada 10 empresas, y sólo en la Ciudad de México existen 19 millones de ataques cibernéticos al día, lo que representa un riesgo latente para la estabilidad y rentabilidad de cualquier organización, sin importar si es una gran transnacional, una PyME o un startup”, comentó Wong.
Con frecuencia, ante estas amenazas, las organizaciones se ven obligadas a interrumpir sus operaciones, lo que puede derivar en pérdida de ganancias, contratos y sanciones legales, además de daños a la reputación.
De acuerdo a la regulación, las empresas están obligadas a reportar cualquier incidencia o riesgo potencial ante instancias como el IFAI y el INAI, que son los órganos responsables de vigilar las normas en cuanto al resguardo de información. Según la consultora, las multas por temas concernientes a la pérdida de información van desde los cinco hasta los 50 millones de dólares, a los que se suman los recursos invertidos en el proceso de investigación.
En algunos de estos casos, las compañías optan por transferir el riesgo y hacer alianza con expertos. En ese sentido es importante presentar a los clientes herramientas para responder a un posible ataque cibernético de forma oportuna, lo que puede marcar la diferencia para las empresas a la hora de mantener su rentabilidad y garantizar su permanencia.
Con información de Aon México, proporcionada por la agencia Porter Novelli.
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