Por Redacción TNE
El liderazgo requiere del carácter y enfrentar condiciones adversas, tanto personales como profesionales.
Los tiempos actuales demandan una toma de decisión constante, adaptación a los cambios; se puede trabajar en un proyecto o en varios a la vez. Factores pueden incidir en el estado emocional: estrés, frustración, cansancio, entre otros.
Son momentos y etapas que se viven, pero es aquí donde se requiere forjar el liderazgo que evita que se pierda el rumbo y continuar enfocado hacia el logro de objetivos.
Como seguramente ya lo habrás escuchado, los líderes no nacen, se hacen; generan confianza en sí mismos y se fortalecen mediante una intención firme, orientada al éxito.
Sin duda, para cumplir y salir adelante, se deben hacer sacrificios. Entre estos se encuentran dedicarle más tiempo al negocio si ya se decidió emprender, considerando lo que implica, ya sea en términos de estabilidad económica o disminuir la interacción social con amistades y familiares.
También se dan al interior de la empresa, con una promoción o un nuevo puesto que demanda mayores responsabilidades. Es aquí cuando no puedes darte el lujo de que el ánimo decaiga; por el contrario, debes fortalecerlo.
Es en estas circunstancias donde se conoce el carácter de un líder, pero no necesitas esperar hasta que se presenten; en el día a día puedes poner en práctica los siguientes consejos para impulsarte no sólo a ti, sino inspirar a quienes están a tu alrededor, ya sea como director de la empresa o compañero de trabajo.
Reconocen las dificultades
Perseguir objetivos a gran escala puede generar un sentimiento de duda que te “invite” a no ir tras ellos. Por el contrario, la fortaleza radica en ir hacia delante de todos modos, incluso si los resultados son distintos a los esperados; hacerlo, a pesar de la incertidumbre, es lo que distingue a quienes alcanzan el éxito. Aquí es importante aprovechar la experiencia, buena o mala, para evitar errores en el futuro, pero también para inspirar a otros.
Lo anterior también implica ser fuerte para tener el coraje de tomar decisiones para garantizar el bienestar del equipo. Además, es una forma de brindarle la seguridad de que, a pesar de las dificultades, se va hacia delante. Esta actitud no debe de confundirse con ser dominante, agresivo o arrogante.
Se comprometen con la excelencia
Un líder es consciente de que, para llegar a su destino, debe comprometerse consigo mismo para continuar con su desarrollo. Lo anterior implica una constante búsqueda para desarrollar nuevas habilidades y adquirir nuevos conocimientos; lo anterior se puede lograr a través de cursos o diplomados, de networking, mentoreo, voluntariado o una simple conversación entre colegas a la hora de la comida. Cualquier situación representa una oportunidad de aprendizaje.
Dominan sus pensamientos
Es inevitable sentir en algún momento miedos y ansiedades; aquí la disciplina es elemental para aprender a manejar las emociones y ejercer control sobre aquello que está en nuestro marco de acción y dejar aquello que es ajeno a nosotros.
Aquí también entra en juego el poder de la visualización, que funciona mejor si se pone por escrito, para tener claro hacia dónde se quiere ir. ¿Has escuchado la anécdota del actor Jim Carrey quien, cuando tuvo dificultades para encontrar su lugar en el mundo de la actuación, se escribió un cheque con fecha de vencimiento por 10 millones de dólares y pocos días antes de vencerse firmó un contrato por esa cantidad para filmar Dumb & Dumber?
Otro elemento clave es el de mantenerse positivo ante las circunstancias. Eso sí, con los pies en la Tierra.
Cuestionan sus creencias
Siempre encuentran una oportunidad para ponerse a prueba, se preguntan el porqué de las cosas y conocen otros puntos de vista para tener una perspectiva más amplia sobre un determinado tema.
Los líderes tienen una profunda convicción de buscar siempre la verdad porque saben que sólo así se pueden conseguir mejores resultados.
Piensan a largo plazo
Si bien la urgencia de lograr resultados en un corto lapso para avanzar a veces es necesaria, siempre es importante tener claro un plan de mayor alcance. Por ello es importante desarrollar esa capacidad de toma decisión para dar los pasos necesarios que lleven al objetivo; la indecisión resulta costa y perjudicial.
Comunican de manera efectiva
Saben persuadir y motivar a otros. Logran, a través de la empatía y la honestidad, que quienes están a su alrededor se comprometan con su trabajo. Prestan mucha atención al lenguaje verbal y no verbal que utilizan para generar confianza en sí mismos y a los demás. Reconocen el momento adecuado para hablar y emitir una opinión o cuando deben quedarse callados.
Seguro habrá más cosas que puedas hacer para desarrollar tu liderazgo, pero algo a tomar en cuenta es que, para ser un líder e influir en otros, debes convertirte en un modelo a seguir, no en un mero predicador.