En un entorno de excesos y excentricidades, se cae la Oferta Inicial Pública (OIP) de la empresa de espacios de trabajo compartidos. Ahora el banco japonés ,le inyecta capital y toma las riendas de la compañía.
Todo inició por quererse vender como una empresa “tecnológica” con el fin de incrementar nivel de valuación. Sin embargo, una serie de sucesos llevaron a WeWork hacia una caída libre que para evitarla, SoftBank tuvo que entrar al rescate y tomar el control del 80% de la compañía considerada de bienes raíces.
“La gente usa el término como una manera de aumentar su valor”, comentó Venky Ganesan, socio inversionista en Menlo Ventures, de acuerdo con The Washington Post. “Hay que ser muy recelosos de las personas [o empresas] que se venden así”.
En agosto de 2019 WeWork anunció su intención de cotizar en bolsa como una empresa de base tecnológica valuada en 47 mil millones de dólares. Ante el escepticismo, la cifra se redujo a 20 mil millones de USD.
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Sin embargo, estas variaciones abrirían una “caja de Pandora” que llevaría a la destitución de Adam Neumann, el CEO de WeWork. Entre fiestas llenas de excesos, malos manejos del personal y una tendencia “dictatorial” en la compañía, se generó una desconfianza hacia la empresa.
Por un lado, Neumann canjeó 700 millones de dólares de la compañía a través de la venta de acciones antes de iniciar la OIP. No obstante, se prohibió a otros colaboradores vender las suyas o hacerlo a un precio más bajo.
El CEO incluso forzó la compra de la marca “We” a su propia empresa por 5.9 millones de dólares, los cuales regresó tras ser señalado como una jugarreta poco honorable. Su esposa Rebekah Neumman también es acusada por pedir el despido de varios empleados tras apenas conocerlos sólo porque no sintió una buena vibra con ellos.
Derivado de toda esta situación, entre otras, WeWork aceptó un acuerdo con SoftBank para recibir cinco mil millones de dólares como parte de un plan de inyección de capital y una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre las participaciones que el banco aún no posee, por una cantidad de tres mil millones de dólares.
La institución bancaria japonesa actualmente cuenta con el 29% del capital de WeWork, pero se incrementará en un 80%, sin embargo no controlará la mayoría de los derechos de voto en las reuniones del consejo de administración.
Los planes de SoftBank contemplan la salida definitiva de Adam Neumann tras su controversial administración que impidió encontrar a nuevos inversionistas interesados en apostar por la empresa.
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“Creemos que el mundo está llevando a cabo una transformación masiva en la manera de trabajar de las personas”, comentó en un comunicado Masayoshi Son, presidente y CEO de SoftBank. WeWork se mantiene al frente de esta revolución (…). Por ello, hemos decidido doblar la infusión de capital, así como el apoyo operativo”.
Por su parte, Artie Minson y Sebastian Gunningham, ahora co-CEOs de WeWork se encargarán de llevar la gestión de la compañía y cumplir con los objetivos a fin de garantizar su crecimiento.