Por Redacción TNE
Un proceso de brainstroming exitoso que puede llevarte a grandes e innovadoras ideas para tu industria.
El emprendedor méxico-americano Daniel Lubetzky es fundador de las barras energéticas Kind, quien busca constantemente crear iniciativas que ayuden a su entorno, mientras cumple con sus metas económicas, buscando constantemente un balance entre el realismo y la ambición.
Lubetzky es un constante innovador que persigue nuevas ideas y tiene como prioridad ser siempre original en lo que hace, por lo que afirma que hay tres etapas circunstanciales para un modelo de negocios creativo y exitoso, que si no se identifican y separan adecuadamente, podrías estar en problemas.
Las 3 etapas para que un proyecto tenga éxito:
Fase creativa: aquella donde nos olvidamos de los filtros y es momento de sacar al aire cualquier pensamiento loco, es decir pensar fuera de la caja. Lubetzky afirma que entre más locas sean tus ideas, mayor será la probabilidad de que te topes con algo verdaderamente disruptivo. ¿Será suficientemente bueno?, ¿será redituable?, ¿tendrás el dinero para lograrlo? Nadie lo sabe y a nadie le importa, no te limites con esos pensamientos aún, aquí no hay negativas ni inseguridades, cualquier concepto puede tener potencial.
Fase escéptica: es momento de bajar de la nube un poco y asegurarte de que esos pensamientos tienen algún fundamento como analizar, investigar o imaginar ¿tiene sentido? Ahora es el momento de hacer números, identifica si cuentas con lo que se necesita para desarrollarla, si posees el dinero, los contactos, el apoyo, el tiempo, el talento, etc. Es la ocasión de hacerte todas las preguntas vitales ¿sobrevivirá en el mercado?, ¿habrá gente que lo compre?, ¿tendrás demasiada competencia?, debes convertirte en tu principal crítico, si no eres lo suficientemente duro y analítico, te dirigirás a la realización y seguramente fracasarás.
Fase de la ejecución: después de haberte convencido de que eres capaz de lograrlo, Lubetzky asegura que es el instante de encender el switch del optimismo, en el que te asegures que nada ni nadie te detendrá y que tu determinación y tenacidad serán tan grandes que te volverás algo obstinado, nunca dudes de ti mismo, sólo adáptate a las circunstancias rápidamente, acepta retroalimentación y aprende de los errores pero jamás hagas que la esencia de tu idea se pierda. Debes darle a tu proyecto el esfuerzo necesario, no te des por vencido tan fácil, ya que muchas veces se necesita más tiempo del que imaginas o un empujón extra que no estabas esperando pero que es vital para sobresalir.