19/01/2016 | Por Redacción TNE
El coach de Silicon Valley habla de los aspectos que un jefe debe promover para lograr que una organización se fortalezca.
Cuando Bill Campbell concluyó su carrera como entrenador de los Lions de la Universidad de Columbia decidió poner en práctica las técnicas de liderazgo que aprendió en el campo de juego para asesorar empresas e impulsarlas a subir sus niveles de productividad.
Steve Jobs, Jeff Bezos, Eric Schmidt y Larry Page son algunos de los directivos que han recibido sus consejos y también quienes han contribuido a que sea considerado como uno de los mejores asesores del Valle de San Francisco.
Algunas de las lecciones que Campbell siempre comparte con las cabezas de las organizaciones para que puedan dirigir a un grupo son:
1. El papel de un mentor es ser parte de la solución
El líder no siempre tiene todas las respuestas correctas. Ser coach implica que debe existir una relación con el aprendiz basada en la confianza para dialogar sobre su desarrollo personal. Ambos deben sentirse cómodos hablando de cualquier tema para que cuando surja un problema pueda resolverse con la mayor eficacia posible.
2. El riesgo de dar consejos
El ex entrenador admite que una de las preocupaciones frecuentes del orientador o líder es dar a alguien el consejo equivocado; sin embargo éstos son eso: recomendaciones que al final el aprendiz debe analizar para decidir qué hacer. Éste debe aprender a tomar sus propias decisiones.
3. Rompe lazos
Para un coach como Campbell es sencillo decirle a un ejecutivo cómo dirigir una reunión, cómo hacer una entrevista y hasta cómo conducir sus objetivos y resultados clave (OKR, por sus siglas en inglés), pero de nada servirán si no entiende su papel fundamental: saber cambiar las cosas cuando los líderes de la empresa caen en un estancamiento.
4. Ser rico no hace a la gente inteligente
Actualmente es frecuente que los capitalistas que invierten en las empresas llegan, ponen el dinero, tienen una victoria y siguen adelante. Ese negocio exitoso les hace una reputación de personas inteligentes. Sin embargo, los empresarios deben darse el tiempo de conocer a quienes desean inyectar dinero en sus empresas para lograr relaciones a largo plazo. Es conveniente que los inversionistas y los directivos de las organizaciones hablen el mismo idioma para entenderse y construir una sociedad más sólida.
5. Despide a las personas con mala actitud
Las actitudes son contagiosas: una persona presuntuosa puede estropear un equipo sólido. Por esta razón, no se debe temer a deshacerse de la gente cuyo carácter o actitud dañan el trabajo de la empresa.
6. Ponte la camiseta y haz que todos sigan el sueño de la empresa
Generalmente son los fundadores de una empresa quienes más trabajan para convertir su sueño en realidad y mantenerlo. Como líder de una organización hay que apropiarse de esa fantasía y comunicarla a todos los que ahí trabajan para que se vaya en esa dirección, se innove y la compañía no muera.
7. Fomenta la cultura de la humildad y empatía
La integridad de una empresa es importante y se manifiesta en la forma en que las personas en la empresa se tratan entre sí. Por ejemplo el cofundador de Google Larry Page se distingue por ser el ejemplo del tipo de comportamiento que quiere ver en la empresa, así que se toma el tiempo para mostrar humildad y escuchar con atención a los empleados. Los jefes deben predicar lo que desean ver en sus oficinas para que quienes las conforman hagan lo mismo.
8. Ten el coraje de asumir riesgos
Este punto Campbell lo ejemplifica con su historia personal cuando en 1983 dejó un trabajo asegurado en Kodak para aceptar la invitación que John Sculley y Steve Jobs le hicieron para unirse a Apple. El coach afirma que si crees en un proyecto aunque conlleve riesgos, éste se debe poner en práctica y, en caso de fracasar, aprender del error para luego volverlo a intentar.