El tratado bilateral de México y Estados Unidos brindará mayor seguridad a inversionistas y empresarios, aunque presenta el reto de incluir a Canadá en un futuro cercano.
18/09/18 | Por Noticias TNE
Luego de un año y tras siete rondas de discusión, una intermedia y algunas otras ministeriales, finalmente se dio a conocer un acuerdo bilateral de entendimiento entre México y Estados Unidos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio del Norte (TLCAN).
El proceso se dio de esta forma debido a que Canadá no participó en las sesiones de julio y agosto por no compartir la postura del sector automotriz planteada por Estados Unidos, principal tema de las negociaciones bilaterales. No obstante, el 31 de agosto los canadienses reanudaron la renegociación del TLCAN con los estadounidenses con la finalidad de lograr un entendimiento benéfico para los tres países miembros que abone a la competitividad de la región. Sin embargo, las disposiciones relacionadas con el acceso al mercado canadiense de lácteos y derivados provenientes de Estados Unidos, la exportación de madera y el mecanismo de solución de controversias contemplado en el capítulo 19 del acuerdo son temas álgidos que deberán resolverse.
Reglas del juego bien establecidas
Hoy, el entendimiento coadyuva a otorgar un mayor grado de certeza al comercio exterior mexicano, pues más del 80% de nuestras exportaciones se destinan a Estados Unidos y casi un 50% de nuestras importaciones provienen de dicho país. Aunado a lo anterior, casi la mitad del total de la inversión extranjera directa en México proviene de suelo estadounidense, por lo que la importancia de contar con reglas de juego bien establecidas y de largo plazo tiene un carácter preponderante.
Cabe señalar que el 27 de agosto de 2018, el United States Trade Representative (USTR, por sus siglas en inglés) publicó documentos señalando de forma general las modificaciones que se acordaron entre ambos países, donde destacan cambios a las reglas de origen en el sector automotriz, disposiciones de productos agrícolas, la cláusula sunset, mecanismos de solución de controversias, comercio digital, acceso a mercados, propiedad intelectual, servicios financieros, entre otros.
Además el 31 de agosto el presidente Donald Trump notificó al Congreso su intención de lograr un acuerdo con México y Canadá, en caso de que este último así lo considere. Dicha notificación fue publicada en el Federal Register el pasado 5 de septiembre.
Cabe señalar que por los tiempos legislativos de Estados Unidos, el texto con las modificaciones al TLCAN deberá publicarse por el USTR 30 días después de la notificación antes citada, por lo que esto debe darse durante septiembre y en su caso, si se llega a incorporar Canadá, con la finalidad de dar mayor certidumbre al proceso de la renegociación de un tratado trilateral.
¿Qué deben considerar los negocios?
Conforme al USTR, algunas de las principales incorporaciones al acuerdo que deben considerar los negocios con actividad comercial con el vecino del norte son las siguientes:
· Sunset clause: el acuerdo tendría una vigencia de 16 años y a partir del sexto, se evaluarían los resultados; en caso de coincidir, se extendería la vigencia por otros 16 años.
· Acceso a mercados: se mantiene el comercio sin aranceles y el beneficio del Derecho de Trámite Aduanero, aunado a aumentar la transparencia en temas de permisos y licencias de importación.
· Solución de controversias: se logran acuerdos en los capítulos 11 y 20; sin embargo, el capítulo 19 relacionado con solución de controversias en materia de antidumping y cuotas compensatorias, está pendiente de ser evaluado con Canadá.
· Reglas de origen de automóviles: incrementará gradualmente el valor de contenido regional del 62.5% al 75%, contemplando que el 40% del valor del vehículo se fabrique en países con salario superior a los 16 dólares por hora. El 70% del acero y aluminio utilizado deberá ser originario de América del Norte.
· Reglas de origen de autopartes: el valor de contenido regional incrementará de manera gradual al 65%, 70% y 75% dependiendo de la pieza.
· Anexos sectoriales: se promueven anexos sobre tecnología de la información y comunicaciones, farmacéuticos, dispositivos médicos, productos cosméticos y sustancias químicas.
· Agricultura: queda eliminada la cláusula de temporalidad por lo que no habrá restricciones de exportaciones de México a Estados Unidos por estacionalidad y se incorporan disposiciones sobre biotecnología agrícola.
· Propiedad intelectual: se modernizan y robustecen las disposiciones y medidas de protección de patentes, marcas y productos farmacéuticos, entre otros.
· Servicios financieros: queda liberalizado el acceso al mercado mexicano.
· Textiles: mayor utilización de fibra e hilos originarios de Estados Unidos, se promueve el cumplimiento estricto vía verificaciones y se limita el uso de insumos no originarios.
· Comercio digital: aumentará el monto de importación libre de impuestos a 100 dólares, se otorgará protección a consumidores que realicen compras por internet y no se cobrará IVA al comercio exterior a productos digitales como e-books, videos, música, software, entre otros.
Cabe señalar que el acuerdo bilateral contempla disposiciones que anteriormente no estaban vislumbradas para actualizar y compaginar la realidad del comercio exterior y de los negocios con los textos regulatorios; asimismo, establece estándares que promueven el intercambio de información y la cooperación entre países, robusteciendo la protección de derechos de autor y mayor seguridad para los inversionistas y empresarios.
Sin embargo, el acuerdo también plantea retos. Aun y cuando el entendimiento entre México y Estados Unidos contribuye a disminuir la incertidumbre que prevaleció por casi un año referente a la sobrevivencia del TLCAN, es importante conservar el carácter trilateral del tratado dada la estrecha interrelación e interdependencia de las cadenas productivas de los tres países, aunado a que Canadá aporta casi el 10% del total de la inversión extranjera en México.
Después de negociaciones tan largas, son varios los sectores productivos del país que están sujetos a las modificaciones del TLCAN actual y deben estar conscientes en tomar medidas ante los posibles impactos, como podrían ser los cambios a las reglas de origen (automotriz y autopartes), disposiciones de productos agrícolas, mecanismos de solución de controversias, comercio digital, propiedad intelectual, entre otros.
Con información de César Buenrostro, Socio de Comercio Internacional y Aduana de KPMG en México
Te puede interesar también: