El blockchain podría garantizar transparencia al proceso electoral, reduciendo las posibilidades de fraude. ¿Está el país listo para esta tecnología?
04/06/18 | Por Noticias TNE
El próximo 2 de julio se renueva la presidencia en México, el clima político es complejo, la polarización está a la orden del día y el temor de un fraude electoral es latente. Sin embargo, la tecnología podría ser una aliada de los votantes y de la democracia. El blockchain es respuesta.
La cadena de bloques permitiría brindar veracidad al sistema electoral en relación al conteo de los votos, además de presentar actualizaciones en tiempo real, pero sobre todo, no sería necesaria la intervención de organismos gubernamentales. De hecho, hay países que ya han utilizado dicha tecnología.
Sierra Leona fue la primera nación a nivel mundial en utilizar parcialmente —y no en todas las urnas— la cadena de bloques, con el apoyo de la startup Agora, en llevar el conteo de votos, estimado en un 70%. La empresa, con sede en Suiza, registró manualmente cada papeleta en su blockchain a través de dispositivos digitales, pero no tuvo ninguna injerencia una vez que las urnas fueron transportadas al centro de cómputo regional de la Comisión Electoral Nacional de Sierra Leona.
Esto significó disminuir el uso de papel en las boletas, no se requirió a personal y se redujeron costos; pero sobre todo, los actos de corrupción fueron menores, al menos los relacionado al conteo.
La cadena de bloques representa una oportunidad para garantizar transparencia a las elecciones, porque mientras estas sigan dependiendo del papel, el fraude y la corrupción seguirán latentes.
El blockchain permite generar números de identidad de 256 caracteres y hay 20 empresas trabajando simultáneamente para crearlos y cuando una produce un bloque, las 19 restantes deben validarlo y crear una copia de seguridad.
“Si tú haces la generación de una casilla donde hay equis número de votos, generas un bloque y al hacer la transmisión de esos datos se hace una valoración para que no sea modificado”, explicó Carlos Mejía, socio y Director de OFI, empresa proveedora de soluciones tecnológicas, de acuerdo a El Financiero. “Cada bloque posterior que se va generando está ligado al número de identidad anterior y cada bloque por su parte crea uno nuevo”.
Si los hackers buscan vulnerar un bloque, las 19 copias restantes confirmarían que los datos son incorrectos. Un sistema así garantizaría los resultados, asegurando que los votantes sean las mismas personas que asisten a las urnas. Esto requería desarrollar un mecanismo de identidad digital de los mexicanos por parte de la Secretaría de Gobernación
El proceso de integración de la cadena de bloques podría llevar hasta seis años, porque es necesario integrar toda la información de cada ciudadano. Luego se requeriría generar una boleta electrónica que permite crear bloques por cada voto y casilla a fin de que el conteo sea fidedigno, evitando la manipulación del proceso.
La tecnología ya existe; no obstante, lo difícil es que los legisladores la aprueben. “Se necesita tener un sustento legal en donde se ampare el uso de este tipo de urnas que hoy no están reguladas”, detalló Mejía. “Se requiere de un proceso de adopción”, porque no es posible aplicarlo de un momento a otro.
Entre otras ventajas, se reducirían los costos de las elecciones, mismos que ascienden a los 25 mil millones de pesos, de los cuales 300 millones se utilizan para imprimir las boletas, gasto que sería eliminado.
Sin embargo, hay desafíos. Existiría la posibilidad de que los votantes vendan sus llaves, propiciando el fraude o los hackers podrían robarlas mediante malware. Adicionalmente, la penetración digital en las zonas rurales de México es baja, lo que representa una dificultad para implementar casillas electrónicas.
A pesar de lo anterior, debe buscarse la manera de integrar un sistema por lo menos híbrido a fin de buscar garantizar certeza en las elecciones.
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