Apóyate en esta herramienta de pensamiento creativo para crear soluciones y generar proyectos que le den a tu empresa ese nuevo aire para sobresalir.
Por Fernando Rubio Garcidueñas
En el mundo actual en donde el cliente cada vez exige más, busca novedades y mejores experiencias, las empresas necesitan evolucionar para poder dar ese extra diferenciador. Sin embargo, para conseguirlo no basta simplemente modificar, hay que saber qué se transformará y hasta qué punto.
El Design Thinking es una metodología exitosa que ayuda a lograr un acercamiento de las organizaciones hacia la innovación. Nació en la década del 70 como una reflexión de las bondades en los procesos usados en las diversas especialidades del diseño, pero en los años 80 y 90 se convirtió en una metodología con enfoque propio a la que paulatinamente se le fueron sumando adeptos.
Esta herramienta tuvo su punto de ebullición en la Universidad de Stanford por el lado académico y casi al mismo tiempo en la empresa consultora IDEO, una de las primeras organizaciones privadas de servicio, quienes la trajeron al siglo XXI como una cultura creativa que ha comenzado a impactar a las organizaciones en su forma de operar y sobre todo en la manera de entregar valor a consumidores y usuarios.
Los elementos que hacen del Design Thinking algo atractivo para una empresa son:
• Sirve para solucionar una gran variedad de situaciones: problemas a los cuales hay que dar respuestas inmediatas, necesidades que se deben cubrir y deseos que hay que satisfacer. Esto permitirá atender proyectos de mejora continua y otros de total innovación, algo benéfico en la integración de un perfecto portafolio de productos y servicios.
• Es una metodología que involucra a todas las áreas de la organización y a los actores que se encuentran fuera de ella, como son clientes y proveedores, haciéndolos partícipes desde la investigación hasta las actividades de puesta en marcha.
• Su centro de atención es el consumidor-usuario, quien es el que paga por la experiencia al disfrutar el beneficio entregado desde la compra hasta el desecho y este cobro es la justificación financiera de la empresa. Es una herramienta que ayuda a identificar propuestas únicas para la organización, totalmente diferenciadas de la competencia entregando experiencias memorables, que es uno de los principales objetivos de la innovación.
¿Cómo implementarla en tu empresa?
Si deseas generar mejoras radicales en tu organización en temas como cultura coorporativa, procesos o mejoras y desarrollo de nuevos productos y servicios, esta metodología será tu mejor aliada, estos son los pasos básicos que debes seguir:
1. Entender y definir la situación que deseas solucionar, ya sea un problema, una necesidad o un deseo. Esto es importante que lo hagas con las personas de tu empresa relacionadas con el tema, de tal forma que entre todos lleguen a un consenso que se convierta en el enfoque del proceso.
2. Conoce a tu consumidor-usuario, ponte en sus zapatos mediante diversos métodos de investigación para empatizar con lo que le molesta o lo que disfruta. No hay mejor información que “salir a la calle” y ver cómo se consume y usa tu producto. Confirmaremos cosas que sabemos, conoceremos otras que desconocemos y te sorprenderás lo que vas a descubrir.
3. Recaba los hallazgos, resultados de la investigación y analízalos con tu equipo de colaboradores.
El Design Thinking recomienda usar herramientas visuales: escribir datos y observaciones en post-its, mostrar fotos, hacer dibujos y escribir palabras clave que describan hallazgos.
Coloca todo este material en las paredes y muéstralo al equipo de trabajo de tal forma que se generen pequeños foros de análisis y reflexión que ayuden a crear escenarios de posibles estrategias. Uno de los grandes beneficios de este proceso es que nos proporciona una amplia cantidad de información de valor que nos ayudará a tomar decisiones.
4. Tener información completa de fuentes tan confiables como las experiencias de consumidores, nos dará la base para generar una lluvia de ideas de posibles soluciones, siempre pensadas bajo criterios deseables para nuestros clientes, pero factibles y viables para nuestra organización. Hay muchos métodos de cómo organizar equipos de trabajo para pensar propuestas, incluso podemos involucrar a nuestros usuarios, te asombrará lo creativos que son.
5. Selecciona las tres mejores ideas y busca la forma de probarlas con tus consumidores, es decir, realiza prototipos e implementa la idea en forma rápida, según tus recursos y provoca que el usuario viva la nueva experiencia, la critique y la evalúe. Hacer pruebas tempranas permite dar ideas rápidas para encontrar aciertos y fallas en cortos plazos, la mejor solución tiene varios ciclos de prueba. En Design Thinking fallar es obligado, es aprender y es desarrollar; equivocarse rápido es encontrar las barreras que pueden impedir que nuestras nuevas propuestas sean exitosas.
6. Enseguida se determinará la idea ganadora en la fase de pruebas, ésta podrá estar lista para que la tome tu equipo de implementación y la lleve a la realidad. En esta etapa tus colaboradores deben tener la capacidad de crear grupos con una alta base de credibilidad en el éxito de las nuevas propuestas.
7. Finalmente, implementar no basta, es importante hacer una buena comunicación de la innovación lograda tanto a tu organización como a la población beneficiada. Los cambios entre más radicales, más cuidado necesitan en que los usuarios se adapten y los aprendan, éste debe ser preparado para recibir algo nuevo en su vida, se le debe explicar, entrenar y estar atento a cubrir sus dudas. Una mala comunicación puede provocar un fracaso.
¿Tiene tu empresa el perfil para usar este tipo de metodologías e innovar?
Toda organización tiene la posibilidad de tener una cultura de innovación. Procura que en tu equipo de colaboradores se integren perfiles que ayuden al proceso y no que actúen como barreras del cambio, ya sea por miedo o por no querer moverse de su estado de confort.
Busca contar con personas que entre ellas sumen tres tipos de personalidades: que sean visionarios, reflexivos e implementadores. Forma un equipo de gente que sueñe con el futuro y que al mismo tiempo sepa mover a tu organización hacia la acción.
En el siglo XXI, la innovación es parte de una estrategia de posicionamiento de las empresas en las mentes de tus consumidores, provocando experiencias únicas y diferentes a las de tus competidores. El Design Thinking, como herramienta para encontrar valor, crea una nueva realidad, tú nueva realidad.
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