Investigadores afirman que esta tecnología mejorará, entre otras cosas, el doblaje de películas no animadas.
Ahora bastará contar con dos cámaras y un par de pantallas para transferir gestos y movimientos de labios de un rostro a otro en tiempo real mediante video con resultados creíbles gracias a que investigadores de la Universidad de Erlangen-Nuremberg, en Alemania, y Stanford, en Estados Unidos, presentaron un método llamado “Facial Reenactment”.
En el proceso participan dos cámaras registrando de forma simultánea los rostros de dos personas, la fuente y el objetivo, entre los que se produce la transferencia gestual, y de otros factores como el color de la piel, la forma de la cara y la posición de la cabeza, que son los que contribuyen al efecto realista del resultado.
Aunque pareciera que todo el rostro de la fuente se fusiona con el objetivo, en realidad los únicos movimientos que se transfieren son los de la mandíbula y los labios, manteniendo los ojos sin cambios.
La principal cualidad del software es que genera una boca virtual que se coloca de forma natural en la cara del otro individuo, creando la ilusión óptica de que es ella la que está hablando, y no la que ejerce de fuente.
El grupo de investigadores que desarrolló el sistema indicó que las principales aplicaciones se podrán dar en la traducción simultánea de discursos; sin embargo las reacciones negativas tras darse a conocer el video de cómo funciona el programa no se hicieron esperar, pues algunos creen que también se llegará a utilizar para “mantener con vida” a un individuo.
La nueva tecnología desarrollada abre el camino para nuevas aplicaciones relacionadas con la realidad virtual, al crear avatares más reales; además, sus creadores afirmaron que sin duda mejorará el doblaje de las películas no animadas pues se pueden ajustar los movimientos faciales del actor original al que hará la voz en otro idioma.
Actualmente el software tiene algunas limitaciones, por ejemplo, cuando se realizan movimientos de cabeza muy rápidos, puede dar lugar a fallos de seguimiento; en un lugar poco iluminado no se tiene tanta certeza al “fusionar” los rostros; y si la edad de las dos personas no es similar pueden darse resultados poco reales en el rostro gracias a las arrugas.
Los creadores están trabajando en que próximamente estos errores puedan corregirse y también en una nueva versión que pueda igualar el tono de voz, algo que con este primer experimento no es posible.