23/12/2015 | Por Noticias TNE
Se mueve fácilmente por encima y debajo de la superficie, logrando detectar problemas en grandes embarcaciones.
La variedad de usos de los Vehículos Aéreos No Tripulados sigue ampliándose a pesar de que aún no son completamente aceptados por las regulaciones, sin embargo la Universidad Rutgerts ha construido un drone que además de volar por el aire, también será capaz de nadar bajo el agua.
Con apoyo económico de parte de la Oficina de Investigación de la Armada Estadounidense, se desarrolló el dispositivo denominado Naviator que será capaz de entrar y salir del agua para realizar actividades o monitorear lo que esté a su alrededor.
Marco Maia, estudiante de doctorado que trabajó en el proyecto afirma que el dispositivo no se limita a una sola misión o a una sola área. “Tenemos aviones que lanzan vehículos que se sumergen bajo el agua, sin embargo éstos ya no pueden salir a llevar a cabo otra actividad. Este drone es capaz de hacerlo posible”.
La Oficina de Investigación de la Naval tomó gran interés en colaborar con el proyecto debido a que podría ayudarlos con reparaciones y mantenimiento de grandes embarcaciones u otros barcos medianos.
“Partimos de la imitación a la naturaleza, puesto que hay aves que pueden sumergirse y peces voladores, pero en uno y otro caso, sus prestaciones fuera de su medio natural son limitadas. No ocurre así con el Naviator, que se desenvuelve de manera igualmente fiable en el aire y bajo el agua, por lo que puede decirse que hemos superado a la naturaleza” destacó Javier Diez, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Rutgers.
De acuerdo a Díez, el Naviator podría ayudar a la Naval Estadounidense a localizar minas submarinas con mucha más precisión, rapidez y seguridad, además facilitaría detectar a flotas enemigas, así como capturar imágenes de las mismas y su ubicación sin ser detectado.
“Estos drones tienen un número de funciones que habíamos tenido por largo tiempo en conversaciones, como realizar inspecciones, despegar de un puente y rápidamente indicar si es necesario llamar al experto para que realice una reparación o no, e incluso si se cuenta con una fuga de aceite, verificar qué tan profundo puede llegar a afectar” afirmó Diez.
Las pruebas y demonstraciones fueron realizadas en la piscina de natación de la Universidad, donde buscarán perfeccionar el modelo hasta alcanzar una velocidad funcional y una habilidad para cargar objetos más pesados.