26/04/17 | Por Noticias TNE
Sólo hay dos caminos: encontrar eficiencias operacionales o establecer diferenciados competitivos. Cualquiera es válido, pero hay que dar el paso.
El martes 25 de abril se llevó a cabo el evento Oracle Day, donde en diversas conferencias llevadas a cabo de manera simultánea se dieron a conocer cuáles son las principales tendencias de innovación en los negocios y su impacto en la mejora de las organizaciones.
En entrevista con José Luis Varela Rico, Vicepresidente de Ventas y Transformación IT de Oracle, se abordó el tema sobre el papel de México como país en un proceso de evolución digital, así como el papel que juega la tecnología en las empresas.
Hablando de adopción de la transformación digital, ¿en qué etapa se encuentra México comparado con otros países de América Latina?
La podemos enmarcar en tres pilares. El primero es la conectividad que existe, México se encuentra en un punto de alta dispersión. Las inversiones realizadas históricamente permiten contar con una buena conectividad, lo que resulta en el acceso desde diferentes dispositivos y mecanismos (redes fijas o móviles).
Segundo, el país a traviesa por un momento tecnológico competitivo importante, tanto por el entorno regional como por su inversión país y la cercanía geográfica con mercados altamente demandantes; su conectividad es relevante comparada con el resto de los mercados emergentes.
Por último, el tercer punto se relaciona con la capacidad de innovación e inversión que tienen las compañías, independientemente del contexto social, político y económico. México, en nuestro entendimiento, sigue invirtiendo en áreas de tecnología con el camino claro de encontrar un diferenciador competitivo, situación que lo está llevando a cerrar esa brecha digital.
Seguro hay áreas de oportunidad, pero México hoy es un mercado potencial muy importante.
¿Qué es lo que detiene a México para adoptar con mayor rapidez este proceso?
Considero que el proceso de transformación digital define un camino o un mapa de evolución que muchas veces va acompañado de una planeación de mediano y largo plazo. Por lo mismos contextos, no solamente México sino también los mercados emergentes en general responden a las variaciones de mercado de alguna u otra forma; en consecuencia las planeaciones son más a corto plazo.
Me parece que cuando se hacen inversiones o se planea en hacer evoluciones que cierren la brecha digital, comienzas con proyectos pequeños que generan un mapa estratégico mucho más grande. Entonces, en ese camino y que creo es un rol de los proveedores, de socios nuestros y en particular de nuestra empresa, es acompañar el cómo construyes una credibilidad en cerrar esa brecha y generar cambios culturales en las organizaciones y nuevos canales de ventas. Esto no es un tema solamente de México, sino de una inmadurez del mercado.
¿Cuáles son las tecnologías que están impactando más en la productividad y competitividad de las empresas?
Definitivamente la nube es el concepto habilitador a nivel de transformación digital. Si lo entendemos como la posibilidad de democratizar la tecnología de cualquier negocio, pequeño, mediano o grande, facilitando el acceso a servicios tecnológicos a un costo y a una forma de adquisición viables para muchos habilita un proceso de evolución muy grande a nivel empresarial.
Considero que hay tres temas que vienen impulsándose muy fuerte y que están cambiando la forma de hacer negocios: primero, la forma de relacionarme con el cliente, conocer al consumidor, a los intermediarios y cómo esa información se pone al servicio de la cadena de producción; segundo, la eficiencia de los procesos, hay una tendencia a simplificar y adoptar operaciones estándares que cuesten menos. Normalmente las compañías evolucionaron con algunos vicios de operación o desconocimiento de alguna tecnología que resultando en procesos que no necesariamente eran los mejores. Por último, está la tecnología en sí, en cómo las estructuras de costo de administración de información (centros de cómputo, infraestructura, servidores, entre otros) permiten ejecutar proyectos que antes eran impensables. La nube permite de cierta manera compañía, tener un proyecto de Big Data, con una infraestructura mucho menor a la tradicional.
¿Cuáles son las tecnologías que está impactando más en la customer experience?
Está el tema del Big Data y el Internet of Things (IoT) que abarcan varias soluciones, pero que al día de hoy están impactando más el relacionamiento con los clientes. Hay un estudio de IDC donde se menciona que hay en el mundo alrededor de 13 mil millones de dispositivos conectados a Internet; para el 2020 se estima que sean 30 mil millones. Esto significa productos de consumo, electrodomésticos en el hogar, los famosos weareables, entre otros, conectados a la nube proveyendo información constante (por ejemplo, análisis de sentimientos y sensibilidad), más fácil de recolectar, convirtiéndola en métricas y poniéndola al servicio de la organización, facilitando la toma de decisiones en tiempo real.
¿Esperamos ver en el corto plazo grandes cambios en cuanto a la tecnología que se les ofrece a las empresas?
Sí, por un lado la explosión de conectividad actual y la que viene. La forma de analizar las emociones, influenciar el consumo y los servicios de las empresas provoco que haya tecnologías nuevas, no sólo a través de aplicaciones tradicionales o móviles, sino a lograr que todos esos dispositivos predigan el comportamiento, mediante un uso inteligente de la información y determinar cuál es el mejor camino para el cliente.
¿Qué les dirías a quienes se están quedando atrás en esta era digital?
Si no se ha comenzado ahora o no se tiene claro un plan para cerrar la brecha digital, nunca es tarde, los niveles de inversión no son necesariamente tan altos como tradicionalmente lo fueron en tecnología. Hoy en día el modelo de competencia te obliga no solamente a utilizar la tecnología para acercarte a los demás sino para diferenciarte.
Hay que tener claras dos ideas: evolucionar digitalmente para encontrar eficiencias operacionales o definir diferenciadores competitivos como la agilidad o servicios diferenciales. Cualquiera de los dos caminos es válido; lo más importante es tener la intención estratégica de negocio para hacerlo porque la tecnología ofrece esta oportunidad.