Por Noticias TNE
Los ataques cibernéticos cada vez son más frecuentes. Es tarea de de los gobiernos, no sólo de expertos en la materia, encontrar soluciones que garanticen la privacidad de la información.
La seguridad e integridad de las personas, de sus bienes, de los países y de la información, son muchos ángulos que aborda la ciberseguridad. Ésta última siempre ha existido, la única diferencia es que en los últimos 12 ó 18 meses se han incrementado dramáticamente la cantidad de ataques y estrategias de penetración para el robo de información o para cambiar el rumbo de algún país, entidad o compañía.
Dichas situaciones van a ser más recurrentes, inclusive hay países que pueden respaldar este nivel de ataques, lamentablemente pareciera que la tecnología está del lado de los atacantes y no de quienes se supone deben ser protegidos: los ciudadanos.
Erróneamente se considera a la ciberseguridad como un tema exclusivo de expertos y en sentido técnico quizá así sea. Sin embargo, resulta crucial que esté presente en todos los usuarios con un dispositivo móvil en sus manos, cuidando que las aplicaciones que usan en sus dispositivos no extraigan información confidencial relacionada al trabajo, como por ejemplo Google Drive, Dropbox u One Drive.
Diversos países al día de hoy están cambiando radicalmente su agenda de ciberseguridad de manera urgente. El motivo es que no hay ningún país en el mundo 100% protegido y con una estrategia completamente estructurada para enfrentar este tipo ataques. Los riesgos han crecido de manera radical durante los últimos 18 meses.
En muchos casos han rebasado cualquier agenda política desde el punto de vista de protección a la información; entre mayor sea la conectividad de los países, éstos se vuelven más dependientes de la información ya sea de manera transparente o no, lo cual aumenta la vulnerabilidad ante un ataque.
Europa y Asia son regiones que comienzan a integrar una agenda tecnológica y de ciberseguridad completamente diferente y avanzada. Por su parte, Latinoamérica es un ejemplo de una exposición extremadamente alta, sobre todo Brasil, donde no sólo están siendo cotidianamente atacados, sino que es un país donde se están generando ataques hacia otras regiones debido a su falta de regulación, estructura y tecnología. Al final del día, lo que marca un avance real es la legislación desde el punto de vista de tecnologías de información y de protección a los datos.
El obstáculo que enfrenta Latinoamérica es que no cuenta con una cantidad suficiente de expertos en seguridad que contribuyan a definir marcos legales, regulando estructuras operativas y de procedimientos. La ciberseguridad se convierte en todo un conjunto de estrategias y acciones que no se reducen a una sola tecnología o producto; son procesos, estructuras, decisiones legales, leyes que en su conjunto deben evolucionar continua y rápidamente.
El caso de China
El gigante asiático aprobó una controversial ley de ciberseguridad, misma que entrará en vigor a partir del 1 de junio de 2017. Ésta, de acuerdo a diversas fuentes, tendrá tanto efectos adversos como benéficos, dependiendo de la perspectiva con que se analice. Dicha estatuto refuerza notablemente el acceso y control de la información en un país de por sí criticado por el nivel de intervención en Internet y las comunicaciones.
Sus disposiciones se aplican específicamente a lo que llama “Infraestructura de Información Crítica” (CII), la cual define industrias clave que mantienen datos y pueden suponer un riesgo de seguridad nacional o de interés público si se dañan o se pierden. Las empresas de los sectores de energía, finanzas, transporte, telecomunicaciones, medicina y salud, electricidad, agua, gas y seguridad social han sido identificadas como CII.
Con información de Carlos Perea, Vicepresidente de Ventas para Latinoamérica de Gigamon.