Por Noticias TNE
Entre los retos se encuentran adoptar enfoques innovadores a fin de gestionar la transformación y fortalecer el mercado en conjunto.
El 2017 ha sido un año complejo; por un lado, muestra un panorama de negocios disruptivo, altamente competitivo y que pone a prueba la certidumbre, operando bajo nuevas condiciones geopolíticas. Por el otro, presenta a sectores poblacionales, locales y globales, inconformes con su desarrollo social y crecimiento económico.
Ante esta situación se presentan retos: ¿cómo actuar ante una realidad notoriamente desbalanceada?, ¿cuál es el rol de la comunidad empresarial global y local? Ésta también es promotora del progreso de sus colaboradores y de las comunidades en donde operan, contribuyendo al crecimiento de la región.
Este es el tema de relevancia del Foro Económico Mundial en su versión regional para América Latina, desde donde se hace un llamado para que los líderes de gobierno, empresariales y organizaciones sin fines de lucro, jueguen un papel más activo y tomen acciones proactivas hacia las preocupaciones sociales.
Visión empresarial
Debido a un escenario internacional marcado por la constante incertidumbre, en el que los caminos se irán trazando sobre la marcha, en la región y, también en México, las expectativas de crecimiento estarán regidas por un optimismo cauteloso.
Particularmente en el país azteca, de acuerdo con el estudio “Perspectivas de la Alta Dirección en México 2017”, las organizaciones esperan crecer al menos un dígito ante la situación actual. Más de tres cuartas partes de los encuestados (75%) señalan la innovación como una de sus tres prioridades, cualidad que permitirá sean auténticamente ágiles y puedan sortear con mayor facilidad este entorno, el cual refleja claramente un cambio de paradigma en los negocios.
Aunque, de acuerdo con la misma encuesta, Estados Unidos es el principal foco de interés de las inversiones de los empresarios mexicanos, éstos también muestran una clara intención por adentrarse en nuevas economías de países como Colombia (24%), Perú (14%) y Chile (13%) donde seguramente tendrán enormes oportunidades, que podrán usar en beneficio de sus empresas si cuentan con una capacidad óptima de adaptación. Esa habilidad debe ir encaminada al fortalecimiento del mercado interno, que sigue ofreciendo grandes alternativas de crecimiento.
En términos de negocio, los principales retos son:
1. Adoptar enfoques innovadores que permitan gestionar la transformación.
2. Asimilar con rapidez las nuevas tecnologías.
3. Administrar riesgos.
4. Fortalecer el mercado en su conjunto.
Ante este nuevo entorno, este cambio de paradigma representa una oportunidad de diversificación y de mayor competitividad para la economía de la región.
Tiempo de tomar acciones
En términos sociales, el desafío para los empresarios será echar mano de sus conocimientos y destrezas para conducir sus negocios por nuevos caminos, en ocasiones desconocidos.
En un mundo en el que la globalización avanza, dejando a gente atrás, y en el que la disrupción ha cambiado tanto modelos de negocios, como conceptos que alguna vez pensamos inamovibles, los directores empresariales deben buscar formas de impulsar a la región y por ende la rentabilidad de sus negocios. Es necesario que los líderes respondan con acciones reales para mejorar el estado del mundo en el que vivimos.
Con información de Víctor Esquivel, Socio Director General de KPMG en México y Centroamérica.