Por Sergio Luis Naumov García
La creciente competitividad de la actualidad, reta a las empresas ser más efectivos, contar con equipos con excelente rendimiento, no es opción.
Los equipos de alto desempeño aparecieron en el mundo de las empresas hace aproximadamente tres décadas, pero estos no fueron comprendidos por los líderes de las mismas hasta que se vieron en la necesidad de ser más competitivos, y esto fue gracias a la apertura de las economías mundiales.
La globalización forzó y motivó a las empresas a ser más eficientes y productivas, introduciendo e implementando en la administración elementos tales como:
§ Diseñar estructuras organizacionales más planas.
§ Adquirir nuevas tecnologías.
§ Proceso de control de calidad.
§ Metodologías de calidad total, para asegurar productos y servicios de primera y que pudiesen competir en los mercados internacionales.
§ Certificarse en normas internacionales de calidad, seguridad, empresas limpias y seguras, responsabilidad integral y social.
§ Alianzas estratégicas.
Para lograr todo lo anterior es necesario tener personal más talentoso, competitivo y eficaz que integre equipos de alto desempeño. Las principales características de estos son:
· Capacitar de manera continua y abundante a los miembros del equipo.
· Cada persona debe tener la competencia y el talento de poder trabajar en equipo, complementando sus habilidades y destrezas con los demás.
· El perfil de conocimientos de cada miembro del equipo debe tener multi-habilidades y ser profundos en la materia; administración general, finanzas, tecnología de la información, innovación, producción, mantenimiento, comercialización, marketing, entre otros.
· Involucrarse al 100% en el proyecto que estén desarrollando, es decir, conocerlo a fondo, pero sobre todo, plantearse objetivos numéricos y alcanzables.
· El líder puede variar de acuerdo al proyecto y los conocimientos requeridos.
· Sus miembros, como máximo cinco personas, deben conocerse perfectamente para lograr no sólo la integración sino la cohesión del equipo.
· Su operación es continua, no finaliza.
Por otro lado la empresa requiere definir de manera muy clara y precisa las competencias estratégicas que la distinguen de sus competidores, estas serán las bases con las que trabajen los equipos de alto desempeño, algunos ejemplos pueden ser:
ü Liderazgo:
Provocar lo mejor de cada colaborador para lograr buenos resultados.
ü Comunicación:
Informar lo necesario y ser proactivo; mantener actualizado a todo el personal.
ü Sentido de urgencia:
Dar prioridad a lo “poco vital” y no a lo “muy trivial”.
ü Intuición:
Capacidad de prevenir, predecir y reaccionar basándonos en experiencias y conocimientos en lo que somos expertos.
ü Calidad en el detalle:
Trabajar y concentrarse en lo que no todos ven, pero sí valoran.
ü Innovación:
Crear paradigmas y mejorar los existentes.
ü Trabajo en equipo:
Estar conscientes que se logran mejores resultados si se labora en conjunto, aprovechando las habilidades, destrezas y conocimientos de otros, en complemento a lo propio.
ü Carisma:
Sensibilidad para escuchar, comprender y facilitar los procesos de las personas, generar confianza y credibilidad en las mismas.
Las empresas actuales basan sus procesos en satisfacer las necesidades de sus clientes, los equipos de alto desempeño son una buena opción para lograrlo de manera más directa y práctica, a un bajo costo.