Todos tenemos metas y sueños pero no todos luchan por ellos, no seas de ese grupo y trabaja sin perder de vista lo que más quieres.
Por Redacción TNE
Comienzas un nuevo proyecto con toda la energía, día con día te levantas con la mira puesta en lo que buscas conseguir. Sin embargo, lentamente toda esa motivación va desapareciendo con el paso del tiempo. Pronto te ves atrapado, frustrado, sobrecargado de trabajo y distraído hasta el grado en que dejas de lado lo que habías iniciado. ¿Te ha sucedido?
Cuando los compromisos te atan y no puedes enfocar tus esfuerzos al 100%, es fácil dejar que la vida te abrume, por lo que perder ese rumbo con el que tanto esmero habías comenzado puede parecer tan sencillo. Aun así, si dejas que estos obstáculos te venzan, nunca conseguirás alcanzar lo que consideras importante; mantén ese camino en un lugar visible y trabaja por él- ¿Cómo lo puedes hacer?.
Ubica alguien que te acompañe
Un compañero de metas te ayudará a recordar lo que es significativo, te estimulará cuando te sientas desmotivado, se apoyarán mutuamente para generar nuevas ideas y te mantendrá encaminado hacia tus objetivos. Estas personas no necesariamente tienen que ser amigos cercanos, pueden ser conocidos grupos de interés. Debido a que compartes gustos y metas similares, como por ejemplo aprender un nuevo idioma, será más fácil que ambos se impulsen a lograrlo.
Con el apoyo de alguien adecuado, puedes mejorar y alcanzar tus objetivos este año. La probabilidad de cumplirlos o de mantener los nuevos hábitos es mayor cuando tienes a quien informar sobre tu progreso.
Sé un maestro de tu tiempo
Conviértete en un administrador eficaz y te verás en un mejor rumbo. Elige un sistema de gestión del tiempo que funcione y trabaja en él.
Puedes emplear el sistema de los cuatro cuadrantes, el cual divide las actividades diarias en diferentes sectores de acuerdo a diversos factores como lo son la urgencia e importancia de lo que tienes que hacer.
1. Gestiona crisis y problemas de corto tiempo (urgente e importante)
2. Enfócate en metas estratégicas de largo plazo (importante pero no urgente)
3. Evita distracciones e interrupciones (urgentes pero no importantes)
4. Limita tareas que desperdician el tiempo (ni urgentes ni importantes)
El punto de esta técnica es saber diferenciar entre las cosas que te hacen perder horas valiosas del día y que no son de exigencia o verdaderamente relevantes. Si realmente quieres mantener los objetivos claros, aléjate del cuarto cuadrante y asegúrate de pasar la mayor parte del día en el segundo.
Las personas son visuales
Un dibujo, póster motivacional, trofeo, una frase alentadora o fotografía, puede hacer grandes cosas para tu mentalidad. Colócalo en un lugar donde puedas verlo varias veces al día a fin de siempre recordar lo que quieres. Este recordatorio debe ser realizado por ti ya que un mensaje de Internet o uno predeterminado nunca tendrá el mismo impacto. Tu propia creación resonará en mayor medida en tu mente y crearás una fuerte conexión con ella.
La diferencia entre pasión y motivación
La mayoría de las veces, la gente habla de motivarse a la hora de trabajar en sus objetivos. No importa en qué ámbito de la vida sea (negocios, cultura, deportes), escucharás a las personas decir cosas como “todo se reduce a tener suficiente pasión”.
Tomando esto en cuenta, se comienzan a deprimir cuando pierden el enfoque porque piensan que los sujetos verdaderamente exitosos tienen un empuje y una fuerza de voluntad imparable que aparentemente ellos no poseen. La diferencia radica en que los que sí se apegan a sus objetivos no dejan que sus emociones determinen sus acciones; el aburrimiento, el estrés y fastidio están presentes en todos, solamente cambia la manera en que cada quien las gestiona.
La persona que al final del día sufrirá las consecuencias eres tú mismo, no desperdicies tu tiempo, despídete de las distracciones, busca la ayuda necesaria pero busca el objetivo y no te rindas hasta alcanzarlo.
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