Aprovecha el ambiente relajado de un campo de golf para conocer prospectos y mejorar tus habilidades de networking. Uno nunca sabe dónde va brincar la liebre.
Grandes oportunidades pueden surgir en momentos ajenos a la oficina. Si juegas tus cartas correctamente, una partida de golf puede resultar redituable para tu empresa, por lo que debes rescatar sus lecciones para los negocios. Tanto las relaciones personales como las profesionales requieren de tiempo, comunicación y confianza para consolidarse.
La primera impresión juega un rol crucial, sin embargo no siempre se cuenta con el tiempo suficiente para darse a conocer. Por ello, sugerir una partida de golf representa la posibilidad de reforzar una relación de negocio en el corto, mediano o largo plazo.
El golf requiere de tiempo y paciencia suficiente, lo cual ayuda a conocer a detalle a la contraparte mientras se disfruta de un ambiente tranquilo y no el de una junta al interior de las paredes corporativas.
Un swing para los negocios
Una tarde en el campo permite evaluar al contrincante, no como adversario, simplemente como persona. Su actitud refleja su comportamiento en los negocios; si juegan en equipo se crearán lazos que fortalecerán la relación.
Por otro lado, salir de la oficina permite calmar la mente, despejándola de la monotonía y el tedio, entrando en un estado óptimo para generar nuevas ideas, aumentando las posibilidades de cerrar un trato.
Toma en cuenta las tres características de este deporte blanco:
- Cualquiera puede jugarlo: no se necesita ser un experto; sin embargo, tampoco debes perder a propósito ya que el rival puede notarlo y formarse una mala opinión de ti. Considera que el 50% de los CEO de Fortune 500 lo practican1.
- No requiere de fuerza o condición: a diferencia del futbol americano o del soccer, deportes de mayor contacto y condición física, el golf resulta más sencillo de entrenar.
- Se platica la mayor parte del tiempo: entre tiros y traslados que prolongan un juego completo alrededor de cuatro horas, se puede profundizar sobre diversos temas. Como cortesía no hables de negocios inmediatamente después de empezar a jugar y deja de hacerlo cuando queden tres o cuatros hoyos para concluir.
Un juego de golf, sin importar si es improvisado o previamente organizado, representa un interés común de los directivos, facilitando la búsqueda y encuentro de puntos de acuerdo. Si bien no se firmará un convenio durante la partida, este tiempo se vuelve idóneo para fomentar la comunicación entre las partes.
Evalúa su comportamiento
Mientras se juega se conocen las reacciones de la persona ante situaciones adversas, ya sea porque va perdiendo o la bola no quedó en una mejor posición para dar el siguiente golpe. Esto considerando que las cosas no siempre salen de acuerdo a lo planeado, pues hay otros factores que inciden en el terreno, como por ejemplo, el viento.
El golf recompensa a quienes mantienen la calma a pesar de la presión ejercida por las circunstancias y piensan estratégicamente sin perder el temperamento, cualidades esenciales para los negocios. Además, demuestra que a pesar de que puede haber rivalidad comercial, no significa que la haya también en la vida.
El mismo principio aplica para los negocios, no consideres al otro como un enemigo, sino como un reto para mejorar y trabajar con más enfoque, empeño y dedicación.
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Si alguien lo desea, es muy fácil hacer trampa en el golf y sacar ventaja. Esto hace que se convierta en un juego de tremenda honestidad, pues resulta tentador mover la bola unos cuantos centímetros con el fin de mejorar las posibilidades en el siguiente tiro sin que nadie se percate de ello. Sin embargo, se juega la reputación del jugador, misma que se esparce y enciende como pólvora. Por lo tanto, más allá de si los participantes cuentan con las destrezas, lo importante es evaluar cómo se conducen en el juego, pues en la vida y las empresas, los hechos pueden ser similares.
El golf es una oportunidad para conocerte a ti mismo y descubrir tus tendencias a la hora de conducirte en los negocios.
Si no tomas la iniciativa para realizar el saque, probablemente tampoco lo hagas en la oficina, si te arriesgas más en cada tiro puede que seas más impulsivo al tomar decisiones.
Tampoco se trata de tomarse el juego con demasiada seriedad; evita que las nimiedades se interpongan. Recuerda que lo importante es los presentes la pasen bien; no olvides que lo más valioso es construir una relación.
Un juego que abre puertas
Puedes presentarte en el club y ver quiénes se encuentran ahí. Nunca sabes cuándo podrías conocer prospectos o personas de negocios. Sin importar el giro de la industria a la que te dediques, el golf representa la posibilidad de reunir a diversos profesionales de distintos sectores, ampliando tu abanico de oportunidades.
Si te encuentras de viaje, puedes contactar a través de LinkedIn, por ejemplo, y extender una invitación para reunirte y jugar con potenciales prospectos. A menos que existan causas mayores, ¿quién rechazaría una oportunidad para relajarse?
Un juego de golf representa una posibilidad de crecimiento en tu carrera profesional. Las redes informales de conexión resultan imprescindibles y el campo de juego se vuelve primordial para desarrollarlas y fortalecerlas. No está de más adquirir el compromiso de agendar de vez en cuando una partida.
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“Considera que con mayor frecuencia de lo que parece, la gente invierte en las personas. El golf representa una gran oportunidad para demostrar que eres inteligente, competente y agradable”, dice George Souri, experto en networking. “Si eres un golfista a consciencia que sabe sobrellevar una buena conversación durante el juego, incrementarás tus oportunidades para cerrar un negocio”2.
Referencias: 1PGA