Intel desarrollar un sistema capaz de reconocer distintos olores, lo cual revolucionará a diversas industrias. Además podría ayudar en el combate a las drogas.
No hay duda de la capacidad que poseen las computadoras para realizar millones de cálculos en cuestión de segundos. De igual manera elevan el potencial de los seres humanos en habilidades auditivas o de visión. Pero ¿puedes pensar en que cuenten con una capacidad para oler? Esto es lo que la nariz electrónica Loihi de Intel consiguió.
Intel y la Universidad de Cornell dieron a conocer los hallazgos tras realizar pruebas con Loihi, un chip neuromórfico capaz de aprender e identificar 10 materiales peligrosos a partir de su aroma.
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A través de una publicación en Natural Machine Intelligence, ambas instituciones detallaron la manera de enseñar los olores a Loihi. Se le configuró el diagrama de circuito del olfato biológico mediante 72 sensores químicos. Como resultado, el procesador presentó mayor precisión comparado con otros métodos vanguardistas que requieren de entrenamiento tres mil veces más.
Esto podría ser el inicio de un sistema que cuente con la posibilidad de oler explosivos, drogas, polímeros, monóxido de carbono y otras sustancias o materiales. De igual manera tendría la capacidad para detectar enfermedades, así lo aseguro Nabil Imam, investigador neuromórfico en Intel.
“Estamos desarrollan algoritmos neurales en Loihi que emulan lo que ocurre en tu cerebro cuando hueles algo”, comentó Imam en un comunicado. Además, agregó que la herramienta presenta habilidades sensoriales significativas que pueden beneficiar a diversas industrias.
De acuerdo con Intel, Loihi ejecuta información mil veces más rápido y de 10 mil con mayor eficiencia que los procesadores tradicionales. Además presenta resultados de desempeño en tiempo real y usa sólo 30% más energía al escalarse 50 veces, mientras que los hardwares tradicionales requieren de un 500%.
El procesador desarrollado por el gigante tecnológico representa un paso hacia un sistema que rivalice con la nariz humana, inclusive con la de los perros. Dicho avance representaría un parteaguas para ayudar a las oficinas antinarcóticos en su lucha contra el tráfico de drogas, ayudar a clasificar bebidas o simplemente mejorar los controles de calidad en las fábricas.
“El siguiente paso es generalizar este enfoque a una gama más amplia de problemas, desde el análisis sensorial de escenas [comprensión de la relación entre objetos que se observan], hasta situaciones abstractas como la planeación y toma decisiones”, señaló Imam.
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¿Te imaginas que la nariz electrónica Loihi detecte un embarazo u otros ciclos hormonales, así como otras condiciones de salud de los colaboradores en las empresas?