Por Redacción TNE
Los atletas entrenan sin parar hasta alcanzar sus metas, ¿qué más puedes aprenderles para llegar al éxito?
Ser un deportista de alto rendimiento exige tener mucha disciplina y entrenar diariamente hasta ser el mejor. Igual pasa en las empresas, para conseguir el éxito se requiere trabajar día a día si se quiere alcanzar el éxito.
Aquellos que practican una actividad física profesionalmente tienen mucho que enseñarle a aquellos que laboran en una oficina llevando las riendas de una compañía. Éstas son algunos de las cosas que puedes aprenderles para que obtengas una medalla de oro en tu vida laboral.
1. Establece metas. El objetivo de los deportistas es llegar a unos Juegos Olímpicos, un mundial, un Super Bowl, etc., es decir estar presente en la justa máxima de su disciplina y por supuesto ganar. De igual forma como empresario debes fijar hasta dónde quieres llegar o qué quieres conseguir: expandir tu negocio, tener cierta utilidad o lanzar determinado número de productos en un periodo de tiempo.
2. Entrena duro. Ningún deportista alcanza sus logros sin haber tenido grandes jornadas de entrenamiento, y eso debes imitar. Si quieres ser el mejor y dejar atrás a tu competencia, necesitas estar bien preparado para dominar tu industria.
3. Siempre apóyate de un coach. Generalmente la preparación rumbo a las competencias no suele hacerse sin la supervisión de un profesional, ya que tener a alguien a un lado que brinde apoyo, orientación y hasta palabras de aliento, hace que los atletas no decaigan y lleguen a la meta. Igual que ellos, acércate a un coach y escucha lo que tiene que decirte para mejorar los aspectos de tu empresa que no están funcionando bien.
4. Trabaja en equipo y aprende a delegar. Aunque se trate de un boxeador, un nadador, una gimnasta o corredor, al final todos los deportistas pertenecen a un equipo en el que se apoyan y con quienes comparten su trabajo para alcanzar más rápido sus metas. En una empresa el trabajo colaborativo es indispensable para que los objetivos se cumplan en el plazo establecido, y como líder debes saber cuánto es demasiado trabajo y delegarlo a las personas indicadas.
5. Aceptar culpas y errores. Cuando se pierde una competencia o no se gana la medalla de oro, no es culpa de otra persona que no sea el mismo deportista que está compitiendo, ya que fue éste el que no pudo superar a los demás o falló al ejecutar sus movimientos. En los negocios es igual, si algo sale mal, es tu culpa y la del equipo que está contigo. Nadie más es responsable de tus errores, así que no culpes a otros.
6. Aprende de las fallas para volverlo a intentar. Lo bueno de la vida es que siempre da nuevas oportunidades para recuperarse de un error. En el caso de los atletas, aunque deben esforzarse para alcanzar un lugar en la competencia, muchos lo consiguen y llegan a ésta renovados y con el objetivo de que ya aprendieron en qué fallaron y no volverán a repetir ese tropiezo. En la vida laboral aplica esa misma filosofía: si algo te sale mal, encuentra tu error y hazlo de nuevo hasta que lo logres.
Pon manos a la obra y conviértete en un empresario de alto rendimiento trabajando como un deportista profesional. Conseguir esa meta que representa tu medalla de oro te dará grandes satisfacciones.