Deus in Machina es un avatar de IA que fue entrenado con los textos del Nuevo Testamento y otros escritos teológicos, lo que le permite “pensar” y responder a comentarios tal como lo haría Jesús.
En busca de seguir explorando las formas en que la iglesia católica puede aprovechar la inteligencia artificial para fortalecer la espiritualidad de sus feligreses, la Capilla de San Pedro, ubicada en Lucerna, Suiza, ha estado probando un modelo avanzado de lenguaje llamado Deus in Machina que ofrece a los visitantes la oportunidad de interactuar con un avatar de Jesús impulsado por IA, una iniciativa que ha despertado tanto curiosidad como controversia entre los miembros de la comunidad católica.
La versión virtual de Jesús creada con inteligencia artificial se lanzó en agosto como parte de un experimento conjunto entre la capilla y el Laboratorio de Realidad Inmersiva de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes de Lucerna. La iniciativa fue liderada por el teólogo, Marco Schmid, en conjunto con Philipp Haslbauer y Aljosa Smolic, ambos profesores de la institución académica anteriormente mencionada.
Schmid explicó que el propósito principal era descubrir cómo iban a reaccionar los visitantes ante un Jesús con inteligencia artificial y al mismo tiempo alentarlos a “pensar críticamente sobre los límites de la tecnología en el contexto de la religión”.
¿Cómo funciona la representación de IA de Jesús?
Para lograr crear una inteligencia artificial que fuera capaz de “pensar” y responder como si fuera Cristo, un grupo de técnicos entrenó a Deus in Machina con los textos del Nuevo Testamento y otros escritos teológicos. Además, el modelo fue programado con capacidades avanzadas de lenguaje para permitirle sostener conversaciones en más de 100 idiomas.
Debido a cuestiones de practicidad y espacio, las autoridades de la Capilla de San Pedro tomaron la decisión de instalar en el confesionario los cables y la computadora que dan vida al Jesús de IA.
A pesar de su ubicación, Schmid subrayó que las conversaciones con Deus in Machina no deben ser consideradas como una confesión, enfatizando en que la iglesia no las avala como tal. “Buscamos invitar a las personas a desahogar los pensamientos e inquietudes que los abruman, así como fomentar momentos de reflexión y diálogo espiritual íntimo, no sustituir sacramentos”, mencionó Schmid al respecto.
Las personas pueden interactuar con Deus in Machina mediante un monitor colocado detrás de la celosía del confesionario, el cual proyecta una imagen fotorrealista de Jesús con el pelo largo, la cual mueve su boca, ojos y manos de manera natural mientras habla.
Cabe destacar que antes de comenzar, los usuarios deben aceptar una advertencia de uso que les recuerda que no están interactuando con un sacerdote, sino con una máquina, así mismo se les sugiere evitar revelar información personal.
La Capilla de San Pedro compartió en un comunicado que durante los dos meses que lleva el experimento, más de mil personas de diferentes nacionalidades e incluso religiones han tenido la oportunidad de interactuar con Deus in Machina, incluyendo turistas procedentes de lugares lejanos como China y Vietnam, por ejemplo.
Deus in Machina genera opiniones encontradas entre los feligreses
Según una encuesta realizada a 230 usuarios, dos tercios de los participantes describieron su momento con la IA de Jesús como una “experiencia espiritual” y señalaron que aunque las respuestas eran cortas y sencillas, también eran reconfortantes y estaban alineadas con principios cristianos.
Schmid afirma que esto significa que la IA de Jesús les permitió vivir “un momento religiosamente positivo” demostrando cómo puede llegar a impactar en la religión.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con las afirmaciones del teólogo suizo. Algunos usuarios criticaron las respuestas de la inteligencia artificial, describiéndolas como “trilladas” o superficiales. “Fue como hablar con uno de esos calendarios que tienen frases motivacionales”, comentó un periodista local tras probar Deus in Machina.
Por otro lado, la iniciativa también ha recibido críticas de parte de la comunidad religiosa. Algunos católicos desaprobaron el uso del confesionario para la instalación de la IA de Jesús, mientras que otros expresaron su temor de que pueda alucinar y ofrecer respuestas falsas e inapropiadas.
¿Qué sigue para la IA de Deus in Machina?
A pesar de las críticas, Schmid defendió a Deus in Machina como una herramienta que les permite explorar cómo la tecnología puede impactar en la religión. “Creo que existe una sed de diálogo con Jesús. La gente busca respuestas, quiere escucharlo”, afirmó.
Aunque la instalación de la IA de Jesús está programada para finalizar el último día de noviembre, Schmid y su equipo ven potencial en expandir el concepto y llevarlo hacia un asistente espiritual multilingüe que esté disponible en línea las 24 horas. Sin embargo, también reconoció que hay muchas cosas por hacer antes de dar el siguiente paso, para garantizar que sea utilizado de una forma responsable.