La IA va más allá de pensar y actuar como lo hacen las personas, sino que ahora es capaz de imaginar más allá de lo que conoce, volviéndose más humana.
La inteligencia artificial (IA) ahora tiene una imaginación similar a la humana, así eleva su potencial para innovar y lograr resultados jamás pensados sin solo depender de los datos con los que es ‘educada’.
A partir de haber visto, ya sea de forma real o en una imagen, a un tigre tú puedes pensar en distintas posibilidades, ya sea uno de estos felinos con distinto color o tamaño, entre otras características. Sin un entrenamiento adecuado, a las redes neurales esto se les complica, a pesar de que pueden identificar a un tigre.
Con la intención de desbloquear la capacidad de imaginar en la inteligencia artificial, investigadores desarrollaron un método para conseguirlo. De esta manera, los sistemas de IA pueden averiguar cómo debería verse un objeto, aunque no lo hayan visto anteriormente.
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“Nos inspiramos en la generalización visual humana para simular la imaginación en las máquinas”, comentó Yunhao Ge, de la Universidad del Sur de California (USC), de acuerdo con un comunicado.
Ge agregó que las personas pueden separar el conocimiento aprendido en diferentes categorías. Por ejemplo, diferenciando posición, forma, colores, entre otros, para luego combinarlos y crear algo nuevo.
Mediante la extrapolación al usar un banco de datos para entrenar a las redes neurales para que puedan imaginar lo que nunca han visto. Esto resulta complicado porque la inteligencia artificial generalmente es entrenada para identificar patrones específicos y en vez de buscar otra clase de atributos más amplios.
El equipo de investigadores ideó un método denominado aprendizaje de representación desenredado controlable, un enfoque similar para crear deepfakes. Por lo tanto, si la IA observa un vehículo de color verde y una bicicleta roja, entonces podrá imaginar una bicicleta verde, aunque nunca haya visto una.
Una de las principales innovaciones en este procedimiento es el procesamiento de muestras en grupos y crear enlaces semánticos entre estos. Posteriormente, la inteligencia artificial reconoce las similitudes y diferencias, usándolas para desarrollar algo nuevo.
“Este nuevo enfoque, por primera vez, verdaderamente desbloquea un nuevo sentido de imaginación para la inteligencia artificial”, explicó Laurente Itti, científica computacional en USC. De esta manera, dicha tecnología puede lograr una mejor comprensión del mundo.
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A futuro, estos sistemas basados en IA ayudarían a combatir los sesgos al remover atributos sensibles, evitando que las redes neurales se vuelvan racistas o sexistas, por ejemplo. También sería posible que, con su imaginación parecida a la humana, la inteligencia artificial desarrolle nuevos medicamentos, contemple escenarios distintos para construir, entre otras opciones.
