Halcones galácticos, cascadas de agua púrpura y más, todo esto es posible en un universo digital que cada vez está más cerca de ser una realidad. Empresas como Facebook ya trabajan en ello.
La tecnología avanza hacia la creación de un metaverso, el cual será un mundo virtual alternativo donde se podrá trabajar, comprar, ir a clases, pasar el tiempo y simplemente disfrutar de la vida. Cada vez está más cerca el día en el que Ready Player One se vuelva una realidad y ya hay empresas que están con la mira puesta en alcanzarlo.
Bajo este universo digital, las personas verán transformada su vida, al punto en que se podrán comprar productos, ver películas, viajar o convivir en cualquier parte del mundo o de la galaxia, sin la necesidad de salir de sus casas. ¿Será que esta clase de “confinamiento” será más atractivo y seguro para los humanos?
Dicho entorno virtual apunta a ir más allá de ser solo un reflejo del mundo real, porque permitirá hacer cosas inimaginables que superen los límites de la tercera dimensión. Prácticamente todo será posible, desde caminar en la luna en traje de baño o ser un león que recorre la sabana africana.
El metaverso será la revolución computacional más grande de la historia, por encima del internet y de los teléfonos inteligentes, entre otros dispositivos que actualmente marcan tendencia. Diversas empresas como Nvidia, Roblox, Microsoft y, principalmente, Facebook, se encuentran desarrollando hardware y software con la intención de crear este universo digital1.
Un mundo de posibilidades infinitas
Con el fin de que este entorno virtual se convierta en realidad, se requerían ordenadores más potentes para generar gráficos de alta calidad. De igual manera, será necesario que la tecnología esté lo suficientemente avanzada para permitir que los usuarios puedan moverse de un lado para otro de forma intuitiva y navegar en un mundo que supere las limitaciones del tiempo y el espacio.
Imagínalo, los usuarios podrían viajar al pasado para visitar el Coliseo Romano y tener una interacción cara a cara con algún gladiador o emperador. La gente tendría acceso a una cantidad de información sin precedentes, ya sea de artistas, atletas, entre otros. ¡Qué potencial para transformar la educación y la cultura en general!
Por otro lado, el comercio también evolucionará a un nivel sin precedentes. Las empresas podrán diseñar y presentar versiones virtuales de sus tiendas físicas. Mientras tanto, los consumidores contarán con la oportunidad de probar productos antes de comprarlos y posteriormente los recibirán en su domicilio ubicado en el mundo real.
En el mundo del trabajo, las empresas podrán organizar juntas en ambientes únicos, ¿qué tal en el interior de un castillo? Mientras tanto, los colaboradores no tendrán siempre que estar en la misma oficina o cubículo, teniendo la posibilidad de alternar espacios a fin de catapultar su creatividad. Además, habrá menos riesgos, por ejemplo, de contagios o de sufrir accidentes dentro de las instalaciones de la organización.
No solo se trata de artículos comunes como ropa u otros dispositivos, ¡hasta habrá mascotas digitales! Estos amigos de compañía requerirán la misma atención que un perro o gato de carne y hueso. Incluso tendrán un “ADN” conformado por blockchain y serán como tokens no fungibles (NFTs, en inglés), volviéndose únicos e irrepetibles. De cierta manera, es como si los tamagotchis volvieran más revolucionados.
Las posibilidades son infinitas, habrá negocios turísticos y wedding planners. Piensa por un momento en una boda que se celebra en un entorno más allá de la imaginación, con tintes surrealistas afines a los gustos de la pareja. Nada de botargas de Iron Man en la fiesta, ¿qué tal dragones volando en el salón y aventando fuego artificial por sus bocas?
¿El fin de la Tierra tal como la conocemos?
Si bien son varias empresas las que quieren crear el metaverso, Facebook es la que causa más ruido para lograr este objetivo. De hecho, la compañía quiere cambiar de nombre, aún por definir, con la intención abarcar todo lo que quiere hacer con el desarrollo de hardware y software, a fin de no solo ser vista como una red social.
Con la ayuda de 10 mil colaboradores en Europa, como fase inicial, su intención es comenzar la construcción de este universo virtual. Además, ya cuenta con tecnologías de realidad aumentada y virtual como es Oculus, mismas que Mark Zuckerberg considera serán más comunes que los smartphones.
Por ahora, el reto es lograr que estas herramientas tengan costos más accesibles para que puedan llegar a más personas.
Otro paso que está dando la compañía es su programa piloto de cartera digital denominado Novi (disponible solo en Estados Unidos y Guatemala). Este monedero usará la moneda estable (stablecoin) Pax Dollar (USDP) mediante una alianza con la startup Paxos y Coinbase. De esta forma, los usuarios contarán con la facilidad para enviar y recibir dinero sin costos adicionales con total seguridad.
Más allá de las bondades de esta criptomoneda, como el hecho de que lleva más de tres años en el mercado y cumple con regulaciones que protegen a los consumidores, esto podría marca una tendencia. A medida que se consolida el metaverso, Facebook contaría con monedas virtuales para que los usuarios realicen transacciones dentro de este entorno digital.
Todo indica que el metaverso es el siguiente destino de la humanidad. ¿Será que este se convertirá en el mundo principal de los seres humanos o solo complementará al real? ¿Existe la posibilidad de que las personas puedan quedarse ahí para siempre si así lo desean? ¿Qué ocurriría en el exterior?