Estamos a una semana de que concluya el Mundial. El viaje llega a su fin con estas dos increíbles ciudades.
Por Redacción TNE
Estamos sólo a unos días de que se defina al monarca que reinará durante los próximos cuatro años, lo que dará por terminado a Rusia 2018, aunque quisiéramos seguir disfrutando de la magia del fútbol internacional. Durante estas últimas semanas hemos dado un recorrido a través de todas las sedes mundialistas y en esta ocasión cerramos el ciclo con las últimas dos: la capital de la República de Mordovia y la segunda capital rusa durante la Segunda Guerra Mundial.
Saransk, el lado plácido de Rusia
Habitantes: 307 mil
Rusia está conformada por una serie de óblasts (similares a las provincias), distritos autónomos y repúblicas, conformando una región rica en cultura y diversidad. Mordovia es uno de esos estados y Saransk es su capital. Localizada en el centro de la región, es una de las ciudades más agradables del país, al registrar regularmente los puntajes más altos en este ámbito durante los últimos años.
La Mordovia de hoy en día protege cuidadosamente las lenguas y culturas únicas de los grupos étnicos Moksha y Erzya, que habitaron la zona durante siglos. Ellos pertenecen al grupo de los ugrofineses, junto con los húngaros, finlandeses y estonios. Debido a esto, Saransk es un lugar frecuente para festivales etnográficos y folclóricos destinados a preservar la identidad nacional y sus costumbres.
Una de estas festividades es el Aksha Kelu, que se traduce como “abedul blanco”. Durante estas fechas (que funcionan como una fiesta de despedida para la primavera), las casas se decoran con ramas de abedul y las mujeres se visten con trajes nacionales y entonan cánticos adorando a la naturaleza. También se realizan competiciones nacionales de “lucha de cinturón”, donde niños y niñas contienden por igual.
Entre los puntos arquitectónicos importantes se encuentra la Plaza Milenaria, inaugurada en 2012 para honrar mil años de hermandad entre pueblos mordovianos y rusos. Justo en el centro se ubica la Estrella de Mordovia, una fuente musical de 60 metros de diámetro que arroja columnas de agua de 45 metros de altura.
Otros lugares culturales de interés son el Museo Mordoviano de Artes Visuales, que cuenta con más de mil 500 piezas de artistas locales; así como el complejo al aire abierto Mordovskoye Podvorye, en el cual puedes aprender antiguos ritos precristianos de los Moksha y Erzya.
Samara, el centro aeroespacial
Habitantes: un millón 100 mil
Durante la Segunda Guerra Mundial, Samara se convirtió en una especie de segunda capital para Rusia ya que todos los departamentos gubernamentales y cuerpos diplomáticos fueron evacuados de Moscú y reubicados allí.
Después, en tiempos de la Guerra Fría, Samara (entonces llamada Kuybyshev) se convirtió en el centro de la investigación aeroespacial de toda Rusia. El Vostok, el primer cohete que envió a una nave espacial piloteada por seres humanos al espacio, fue construido aquí.
Un monumento único ubicado en la plaza Kozlova es un genuino cohete propulsor Soyuz de 68 metros de altura, utilizado anteriormente como muestra para simulacros de emergencia en el sitio de lanzamiento de Plesetsk. Sirviendo como su pedestal, se encuentra el museo Samara, “the Space Capital”. Algunas de las exhibiciones son interactivas, como la llamada “Spacebook: Space in Your Pocket”, que explica el uso de la tecnología aeroespacial en la vida diaria, incluida una descripción detallada de cómo funcionan los sistemas de navegación de vuelo y las comunicaciones celulares.
El río Volga fluye libremente aledaño a la ciudad y sus postales son conocidas por su inusitada belleza, el famoso novelista Vasily Aksyonov alguna vez dijo: “No estoy seguro de otro lugar en Occidente donde se pueda encontrar un terraplén tan largo y hermoso”. En las faldas del río hay canchas para jugar fútbol y baloncesto, senderos para bicicletas, alquiler de patines de ruedas y en invierno se coloca una pista de hielo.
Ha sido un gusto recorrer las maravillas del país ruso, ¿qué nos depara el futuro? En el horizonte se encuentra Qatar, que en el 2022 se convertirá en el foco de la atención mundial.
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