Al utilizar la piel humana como si fuera un cable que transmite transmisión de energía, esta técnica podría transformar el mercado de wearables y allanar el camino para la llegada de una nueva generación de wearables más eficientes y sostenibles.
Esta semana un grupo de investigadores de la Escuela de Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pennsylvania presentaron una nueva tecnología que promete marcar un antes y un después en el mundo de los dispositivos de tecnología portátiles. Se trata de Power-Over-Skin, una tecnología que permite a las personas utilizar la energía que genera el cuerpo humano para transmitir electricidad y alimentar dispositivos portátiles o wearables de manera eficiente, eliminando por completo la dependencia de baterías.
La nueva tecnología fue desarrollada por Andy Kong, líder del equipo del Future Interfaces Group, en colaboración con el profesor de la Universidad Carnegie Mellon, Chris Harrison y la estudiante de doctorado, Daehwa Kim.
El novedoso método de energía renovable fue ideado con el objetivo de atacar problemas como el peso, tamaño y necesidad de recarga constante de las baterías de los dispositivos portátiles, ya que según sus desarrolladores, Power-Over-Skin, impulsará una nueva era de wearables más pequeños, ligeros, cómodos y sostenibles, con la capacidad de operar de forma continua y discreta, sin el riesgo de que dejen de funcionar por falta de pila.
¿Cómo funciona Power-Over-Skin?
El funcionamiento de esta tecnología se basa en la transmisión de la energía que genera el cuerpo humano a dispositivos portátiles a través de radiofrecuencias de 40 MHz que son enviadas mediante micro receptores de electricidad que están incrustados en anillos, aretes o pulseras.
Estos accesorios integran un diminuto receptor de electricidad que se encarga de convertir la energía transmitida por los usuarios en batería útil para wearables, ofreciendo una solución sostenible para dispositivos como marcapasos, monitores de glucosa y wearables de actividad física.
Cabe destacar que la eficiencia de la transmisión de energía corporal depende de la distancia entre el transmisor y los receptores, lo que significa que cuanto más cerca estén, más energía reciben.

En el artículo de divulgación científica que fue publicado por la Universidad Carnegie Mellon, Andy Kong, científico en jefe del proyecto explicó que Power-Over-Skin utiliza la piel o cualquier tejido corporal como un medio de transmisión, comparando su funcionamiento con la manera en que la radio utiliza el aire para transmitir radiofrecuencias.
“Esto abre la puerta a nuevos dispositivos portátiles que tendrán la capacidad de hacer su trabajo constantemente sin que los usuarios se den cuenta, ni tengan que preocuparse por recargarlos, como debería ser en el control de la salud”, mencionó Kong en referencia a su nueva fuente de energía renovable.
Durante las pruebas iniciales, los investigadores lograron encender un tablero con múltiples luces LED y un arete luminoso. Además, descubrieron que la transmisión de energía es más eficiente con el uso de ondas cuadradas, en lugar de las tradicionales ondas curvas, lo que les permitió aumentar significativamente la cantidad de energía recibida por los dispositivos, a partir del cuerpo humano.
El potencial impacto de esta nueva tecnología
Los científicos detrás de Power-Over-Skin se jactan de que su nueva tecnología tiene el potencial de causar un gran impacto en distintos sectores, pero principalmente en el ámbito de la salud y la medicina, donde podría revolucionar el monitoreo continuo de pacientes al eliminar cables y baterías, permitiendo dispositivos más pequeños, discretos y cómodos para medir parámetros como la glucosa en sangre o la temperatura corporal.
Por otro lado, también tiene un gran potencial en torno a la tecnología de consumo. Gracias a este innovador método de energía renovable, dispositivos como gafas de realidad aumentada, rastreadores de actividad física o audífonos inalámbricos podrían operar sin necesidad de cargadores, mejorando significativamente la experiencia del usuario.
Adicionalmente, los investigadores presumen que su capacidad para habilitar formatos de wearables innovadores, abre las posibilidades para diseños como joyería inteligente y parches médicos adhesivos, lo que podría impulsar mayor versatilidad en el uso de dispositivos portátiles.
¿Qué sigue para Power-Over-Skin?
Cabe destacar que a pesar de que los avances de Power-Over-Skin son prometedores, los científicos admiten que aún enfrenta ciertos desafíos, como la necesidad de aumentar la potencia para alimentar dispositivos más grandes, ya que actualmente su alcance se limita a dispositivos de bajo consumo energético.
No obstante, Kong afirma que su equipo de investigación continúa trabajando arduamente para incrementar la capacidad de transmisión con el fin de habilitar aplicaciones más avanzadas, como cascos de realidad virtual.
“Este es solo el comienzo. Conforme optimicemos la transmisión de energía, lograremos ampliar las posibilidades y transformar la forma en que interactuamos con la tecnología portátil”, añadió Kong al respecto.
Power-Over-Skin no solo representa un avance técnico, sino también una promesa de sostenibilidad que tiene el potencial de redefinir a la tecnología como una extensión natural del cuerpo humano. Si logra superar sus desafíos actuales, esta técnica podría significar un parteaguas para la industria de los dispositivos portátiles.