06/01/2015 | Por Noticias TNE
La demanda de tecnología va a la baja debido al cibercrimen y a que el consumidor busca aparatos más eficientes y menos ostentosos.
Los riesgos de seguridad que implica estar conectado todo el tiempo mediante un dispositivo es uno de los principales motivos por los que el mercado de tecnología está pasando un proceso de desaceleración.
De acuerdo al estudio “Igniting Growth In Consumer Technology”, realizado por Accenture a 28 mil consumidores de 28 países diferentes, la mayoría seguirá adquiriendo y utilizando gadgets, pero con mayor cautela para evitar ser víctima del cibercrimen: un 47% de los encuestados colocó los problemas de seguridad y privacidad como las principales barreras a la hora de decidirse a comprar un servicio o dispositivo de Internet de las Cosas (IoT); otro motivo es que los consideran muy caros.
Los resultados, presentados durante el Consumer Electronics Show (CES), mostraron que el 69% del total de participantes está consciente de que este tipo de productos son hackeables, así que de los que desean utilizar un servicio o artículo IoT un 24% ha decidido posponer la compra y de los que ya contaban con uno, 18% lo dejó de utilizar hasta tener garantías de una mayor seguridad.
Sami Luukkonen, director global del grupo de Electrónica y Alta Tecnología de Accenture, destacó que “a pesar de todas sus promesas, el Internet de las Cosas es un mercado que se ha mostrado como una espada de doble filo. La oportunidad de mercado es enorme, pero las preocupaciones en torno a la seguridad y facilidad de uso están obstaculizando su potencial a corto y largo plazo; hasta que el IoT no cumpla con las expectativas de los usuarios, su mercado obtendrá más promesas que ganancias, y podrá hacer poco para revitalizar el mercado general de los consumidores digitales”.
Otro tema abordado por la encuesta, realizada entre octubre y noviembre de 2015 vía online, es la baja que ha tenido la demanda de los dispositivos más tradicionales como smartphones o tablets: un 48% mostró su intención de adquirir un teléfono inteligente durante el 2016, 9 puntos porcentuales menos que el año pasado; mientras que al hablar de tabletas la cifra fue de 28%, 10 menos que el periodo anterior. La principal causa que dieron para justificar el hecho de no tener deseos de cambiar sus aparatos actuales es que están satisfechos con ellos.
Luukkonen, afirmó que “la desaceleración en la industria de la tecnología de consumo es irrefutable y global. El mercado no necesita aparatos más ostentosos sino prestar servicios digitales más seguros, innovadores y prácticos. Si la demanda de dispositivos sigue disminuyendo, ésta tendrá que dar un giro hacia productos que los consumidores sean capaces de usar con confianza”.
Un ejemplo de la disminución en la cantidad de aparatos adquiridos es que sólo el 13% de los encuestados está planeando comprar un smartwatch en el 2016, debido a que éstos no están cumpliendo las expectativas de diseño y uso.