Las nubes públicas ofrecen numerosas ventajas a las empresas. Sin embargo, al no tener control sobre su costo, lo mejor es facilitar ambientes híbridos que permitan mantener los gastos dentro del presupuesto.
Hace algunos años se convirtió en una tendencia mover todo a la nube pública, sin embargo, las motivaciones han cambiado poco a poco. Muchas son las ventajas que ofrece esta tecnología, por ejemplo la agilidad y versatilidad para crear con pocos clics ambientes que anteriormente llevaba meses implementar.
Los principales proveedores de nube pública como Amazon o Microsoft han desarrollado servicios complementarios de valor que invitan a seguir con esta estrategia. Sin embargo, habría que cuestionarse qué tipo de servicios o procesos de negocios aprovechan sus ventajas. Conforme las cargas aumentan, los costos de usar la nube pública incrementan proporcionalmente.
Esto no es necesariamente malo. El peligro radica en la incapacidad de predecir cómo se verán reflejados esos precios en la factura mensual, pues este sistema de nube funciona de la misma forma que los servicios públicos como agua, luz y electricidad: sólo conoces la tarifa hasta que te llega la factura.
Ejemplo de este tipo de casos es el de una aplicación, que después de correrse por varias semanas en ambientes de pruebas y lograr controlarla, se subió a la nube pública. Esta empresa, al no tener antecedentes del comportamiento real en producción, sobrepasó su presupuesto estimado de gasto de servicios y consumo de la nube con variaciones importantes semana a semana. Como resultado, se generaron cuestionamientos sobre la viabilidad del negocio.
No es la única opción
¿Qué hacer entonces ante esta situación? ¿Cómo aprovechar las ventajas de los ambientes de nube pública manteniendo el costo de operación bajo control y dentro del presupuesto?
Una recomendación es facilitar entornos híbridos, mejor conocidos como multicloud.
Esto se refiere a habilitar ambientes de nube privada en sitio (on-premise) con la misma tecnología, velocidad, simplicidad y demás funcionalidades que ofrece la infraestructura de los grandes proveedores de nube pública, creando una conexión inteligente entre ambas.
Hoy esto es posible gracias a la tecnología hiperconvergente (también conocida como Software Defined Data Center), que ha demostrado impresionantes funcionalidades como el aprovisionamiento flexible y sobre demanda de recursos, el crecimiento inmediato de capacidad y la migración de cargas de trabajo en forma eficiente. Otras ventajas importantes son las facilidades de autoaprovisionamiento y chargeback, ¡las mismas técnicas que usan las nubes públicas!
Tomando en cuenta lo anterior, los fabricantes han logrado tener suficientes economías de escala y madurez en las plataformas de operación. Ahora, a nivel empresarial, las inversiones (CapEx) y costos de operación (OpEx) desde unos cuantos nodos, asociados a implementar entornos multicloud en las premisas del cliente, resultan en atractivos ROIs y TCOs. Esto comparado con llevar todo a la nube.
El uso de las nubes públicas sin duda seguirá aumentando, pero las integraciones con nubes privadas on-premise han tenido un crecimiento exponencial. Por algo será.
En palabras de…QUANTI Solutions
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