El mandatario norteamericano ya no quiere que se incumplan las reglas y busca una mayor equidad en beneficio de los tres países. Entre los objetivos se encuentra reducir la balanza comercial.
18/07/17 | Por Noticias TNE
La negociación oficial entre los representantes comerciales de los tres países iniciará el próximo 16 de agosto; sin embargo, ayer lunes, la administración estadounidense encabezada por Donald Trump, dio a conocer cuáles son las metas que busca concretar, así como un plan detallado con el fin de transformar la economía de Estados Unidos (EU), pero buscando una situación ganar-ganar para las tres naciones.
En un documento divulgado a través de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) se dieron a conocer los propósitos que persigue el gobierno. “Si tenemos éxito en lograr estos objetivos —mantener y mejorar el acceso al mercado para la agricultura, la manufactura y los servicios americanos— entonces veremos una transición hacia un nuevo NAFTA (TLC)”, cita el comunicado.
“Ya no vamos a permitir que otras naciones rompan las reglas, roben nuestros empleos y drenen nuestra riqueza”, sentenció Trump durante una sesión de trabajo en la Casa Blanca, antes de que se anunciaran los objetivos por parte de a USTR.
A grandes rasgos y a manera de resumen, lo que las autoridades norteamericanas pretenden es:
· Intercambio de bienes: mejorar el balance comercial y reducir el déficit respecto a los otros socios del tratado.
· Medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS): establecer un mecanismo para eliminar las barreras que impiden la exportación de productos alimenticios y agrícolas originarios de EU. Crear un marco regulatorio que asegure transparencia y garantice la cooperación entre gobiernos para atender los temas relacionados a las SPS.
· Aduanas, comercio y reglas de origen: fomentar la transparencia, asegurando que las leyes, regulaciones y procedimientos se publiquen en Internet. Asegurar que los países miembros sean imparciales con las sanciones y eviten conflictos de interés en la gestión de éstas. Fortalecer las reglas de origen que garanticen beneficios para los productos hechos en América del Norte y que los insumos para fabricarlos provengan de éstos.
· Comercio electrónico: crear un marco regulatorio a fin de que los países socios no impongan medidas que restrinjan el flujo de datos a través de las fronteras.
· Inversión: eliminar las barreras a la inversión estadounidense en cualquier sector económico de México y Canadá. Asegurar que los inversionistas americanos cuenten con derechos consistentes con los principios y prácticas de Estados Unidos, mientras que los inversores extranjeros en este país no deberán ser favorecidos respecto a los internos.
· Trabajo: los miembros deben alinear sus leyes y prácticas de acuerdo a los estándares reconocidos por la Organización Mundial del Trabajo; prohibir el intercambio de bienes producidos a partir del trabajo infantil; implementar reglas que respeten el salario mínimo, las horas laborales, la salud y seguridad de los empleados.
· Pequeñas y medianas empresas: proveer información y recursos para ayudar a las PyMEs a cumplir con los requerimientos del acuerdo de libre comercio para exportar a los mercados miembros. Crear un Comité PyME que asegure sean consideradas las necesidades de este sector para que reciban los beneficios de las nuevas oportunidades comerciales.
· Moneda: asegurar que los países del TLCAN no manipulen las tasas de intercambio con el fin de prevenir un ajuste en la balanza de pagos u obtener una ventaja competitiva.
Trump señala los déficits comerciales como una barrera para la economía de EU porque implican el envío de dinero al extranjero. Hoy en día, el país tiene un saldo negativo en su balanza comercial con México y Canadá, el cual alcanza —al cierre de mayo— los 30,328 millones de dólares y 9,977 mdd respectivamente, según cifras del gobierno estadounidense.
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, se mostró cauteloso respecto al tema del déficit comercial. “La insistencia reiterada sobre este tema de los déficits comerciales (…) sigue siendo preocupante. He insistido en que con gusto revisemos los balances comerciales mientras enfoquemos en cómo mejorarlos mediante la expansión del comercio, no reduciéndolo”.
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