Por Alberto Viades Joseph
El mercado es cada vez más competitivo. Hoy la suerte está echada y de la correcta selección del liderazgo de las empresas depende en gran parte su éxito.
Si bien los requerimientos específicos de cada empleo varían según la organización y el puesto, la mayoría de las empresas buscan en sus líderes que tengan ciertas características directivas y de liderazgo que ayuden a incrementar su desempeño y a generar una cultura de cumplimiento de objetivos dentro de la empresa, a su vez también se preocupan por que no tengan otras condiciones que puedan perjudicar o poner en riesgo los resultados y/o ambiente de trabajo.
Pero ¿qué sí buscan las empresas?
· Trabajo en equipo: Motiva y dirige a su equipo hacia el logro de objetivos, potencializando las cualidades de cada miembro.
· Visión de futuro: Apuesta por propuestas e ideas que mejoren el futuro de la organización, sin olvidar que es en el presente donde se construye.
· Adaptabilidad: Utiliza el conocimiento de situaciones similares previas y es flexible pero a la vez firme en sus decisiones.
· Sensible: Equilibrado emocionalmente. Usa mente y corazón, ayudando a sus subordinados a desarrollarse como personas.
· Optimista: Saca el mejor partido de situaciones difíciles contagiando su optimismo.
· Confianza en sí mismo: Se conoce bien y potencializa su talento, trabaja en sus áreas de oportunidad, cada tropiezo es un aprendizaje.
· Aprovecha el tiempo: Es eficiente al dedicar el tiempo preciso a cada asunto. Se administra en temas o tareas en lugar de horas o minutos y piensa que la mejor inversión es el tiempo dedicado a las personas.
· Poder de convencimiento: Es constante y sistemático en el proceso de persuasión. Su desarrollada capacidad de comunicación es parte de su personalidad.
· Sabe relacionarse: Es educado y diplomático. Conoce y utiliza las reglas sociales a la perfección.
· Escucha a su equipo: Sabe que por medio de sus colaboradores obtiene conocimiento y conoce sus necesidades para poder alinearlas con las de la organización.
¿Qué características evitan?
· Autocrático: Se siente autosuficiente y dominante. Basa su poder en la autoridad que le brinda su puesto y no en el convencimiento y motivación de su equipo de trabajo.
· Paternalista: Busca quedar bien con todos y no entrar en conflictos. No delega, menospreciando las capacidades de los miembros del equipo.
· Pesimista: Siempre ve el vaso medio vacío y permea esta visión en sus subordinados. No promueve la creatividad y la motivación de su equipo.
· Dirige a todos sus subordinados por igual: No se preocupa por conocer las motivaciones individuales del equipo. Corrige en público.
· Centrado en los problemas: No planifica eficientemente su propio tiempo, ni prepara adecuadamente los temas a tratar con sus subordinados y no está disponible para atender los problemas del personal.
· Manipula al personal: Reconoce los méritos sólo de unos cuantos. No es empático. No acepta las diferentes personalidades de su equipo.
· Evita las causas: No presta atención hacia los métodos, procedimientos y hábitos de trabajo. Analiza solamente resultados e informes, sin analizar las causas de los mismos.
· Impaciente: No sabe esperar los tiempos adecuados para asegurarse que las tareas se ejecuten adecuadamente.
· Desorganizado: Confía en su memoria y en la de sus colaboradores. No lleva un control de actividades ni de seguimiento a los proyectos.
· Prepotente: Cree que con subir el tono de voz e intimidar a sus subordinados está demostrando su liderazgo.
Aunque la perfección es imposible y nada es seguro, la exigencia del mercado y la velocidad en que se mueven los negocios nos obliga a afinar y ser más cuidadosos en los procesos de selección para incrementar las posibilidades de éxito.