La región debe trabajar sus marcos regulatorios para equiparar fuerzas con lo que se está haciendo en el resto del mundo. México marca la pauta.
22/08/18 | Por Noticias TNE
Si bien América Latina es un mercado que aún está por detrás en cuanto a madurez en el sector fintech de otras regiones como Europa, Asia y el mismo Estados Unidos, las regulaciones implementadas en México este año podrían significar un ejemplo para la región y el mundo.
“La madurez no sólo la debemos medir por número de empresas fintech creadas, sino también con regulación e inversión: cuánto se está invirtiendo desde los fondos de capital de riesgo”, comentó en entrevista Andrés Fontano, Managing Partner de la firma Finnovista.
El boom de las empresas fintech no sólo beneficia al consumidor, también empuja a las instituciones financieras tradicionales a mejorar sus procesos, ofertas y hacer más eficientes sus operaciones a fin de poder competir con los nuevos participantes y lo que estos ofrecen al mercado. Para Fontano, lo que estamos viendo dentro del sector es que grandes actores como Scotiabank, Bancomer, Gentera y Banregio llevan años con programas de innovación abierta a través de la cual persiguen colaboración, pues benefician a la industria y a la innovación, ya que tanto bancos como startups juntos pueden hacer más con mayor rapidez y eficiencia.
En cuanto a la posición de México en el tema, el Managing Partner de Finnovista opinó que la reciente Ley Fintech podría ser un gran ejemplo para la región y a nivel internacional: “si bien Brasil destaca por el volumen de startups creadas, México está mucho más avanzado en términos regulatorios. En este sentido, el país es líder y pionero no solamente en Latinoamérica sino en el mundo; se ha adoptado uno de los marcos regulatorios más vanguardistas a nivel global comparado con Singapur y el Reino Unido”.
Los lineamientos aprobados en marzo de este año representan certeza en que las fintech van a poder operar en un espacio delimitado, cuando antes lo hacían en un área “gris”. El hecho de hacerlo dentro de un marco regulatorio atraerá más clientes e inversión, porque los inversores de capital de riesgo lo que buscan es certidumbre. Esto en consecuencia, traerá más crecimiento al sector en actividad, volumen de clientes, actividad financiera y una mayor competencia.
El número de startups en el ecosistema fintech de México ha crecido un 40% en el último año y debería seguirse viendo ese crecimiento de entre 40 y 50% rumbo al 2019.
Sin embargo, aún hay retos por sortear para que la región pueda competir; por ejemplo, con el gran avance que está teniendo este sector en Asia, apoyado por gigantes financieros como AliPay.
Entre los desafíos que faltan por atender, se encuentra una insuficiencia de inversión de venture capital destinado a la industria que se espera sea solventado con la llegada de nuevos fondos al mercado. Otro más es la capacidad de los emprendedores de escalar sus productos y modelos de negocio fuera de su país de origen, algo difícil de hacer porque cada mercado en la región conlleva un marco regulatorio distinto. Finalmente, el tercer gran reto es encontrar al talento suficientemente preparado y calificado para poder adaptarse a las nuevas formas de trabajo.
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