14/10/2016 | Por Noticias TNE
La startup Zipline es la primera en entregar material de hospitales utilizando aviones no tripulados; este modelo salvará vidas.
Los avances tecnológicos de los últimos años han provocado que algunas personas los juzguen como una amenaza a la integridad, pero hay otros que están trabajando en beneficio de las comunidades.
Los drones son un ejemplo. Mientras que algunos han puesto en riesgo los vuelos comerciales de aviones, obligando a las autoridades a establecer leyes más estrictas para su regulación, hay otros casos en donde estos vehículos aéreos no tripulados podrán salvar vidas.
La startup estadounidense Zipline anunció en mayo su plan de poder transportar medicinas y sangre utilizando drones, para de esta forma contar con acceso a lugares a los cuales es difícil llegar por tierra.
Desde hoy este proyecto es una realidad en Ruanda, en donde el servicio de distribución de medicamentos y material para transfusiones fue inaugurado por autoridades locales y directivos de la empresa.
Con esto, el país africano se convierte en el primero a nivel global que utiliza aviones no tripulados para hacer repartos, ya que aunque empresas como Amazon han tenido este plan en mente desde meses atrás, aún no se oficializan.
Zipline explicó que sus drones tienen capacidad para llevar hasta 1.5 litros de sangre o el equivalente en peso de medicinas; las entregas llegarán a su destino gracias a pequeños paracaídas que deberá llevar cada paquete. El proyecto inició con cinco hospitales, pero en el próximo año el número se ampliará a 21.
Diariamente se podrán realizar hasta 150 repartos, pese a que el dron no abandonará la zona de entrega a menos que se asegure que los medicamentos y/o sangre estén en manos de una persona.
Paul Kagame, Presidente de Ruanda, presenció un primer reparto en el distrito de Muhanga, en el sur del país, en donde se mostró complacido de ver que un modelo de negocio innovador será fundamental para mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta nación, una de las más golpeadas por los conflictos armados y las epidemias.
“Los ruandeses han aprendido a abrazar la innovación, especialmente cuando está claro que puede ayudarnos a resolver los desafíos a los que nos enfrentamos”, dijo.
Esta tecnología generará importantes cambios en el sistema sanitario ruandés porque permitirá disminuir el tiempo de reparto de sangre y medicamentos en las zonas rurales; antes los traslados podrían tardar hasta más de cinco horas y ahora sólo tomarán máximo 15 minutos.