08/01/2016 | Por Noticias TNE
El visor ayudó a analizar el corazón incompleto de la niña para así realizar la operación y corregirlo.
El dispositivo económico de realidad virtual Google Cardboard dejó claro que puede ser algo más que un juguete y convertirse en una herramienta fundamental de un equipo de cirujanos que salvó a una bebé que prácticamente no tenía posibilidades de vivir por un defecto de nacimiento.
Las gemelas Riley y Teegan Lexcen nacieron en Minnesota en agosto del año pasado, pero la segunda prácticamente fue desahuciada por los médicos al encontrar que sólo tenía un pulmón y la mitad izquierda de su corazón no estaba desarrollada.
Pero gracias al ingenio de los médicos, la tecnología de Realidad Virtual (VR) y el visor de Google -a pesar de los pronósticos- ahora la bebé se está recuperando satisfactoriamente tras la cirugía que pudo realizarse al obtener un modelo exacto de cómo era su órgano cardiaco.
“Fue alucinante ver cómo una pieza de cartón y un teléfono salvaron la vida de nuestra hija”, expresó la madre de la pequeña.
Un caso nunca antes visto
Un corazón normal tiene dos ventrículos, el derecho envía la sangre a los pulmones y el izquierdo al resto del cuerpo; la pequeña carecía de éste y aunque es posible corregir el defecto con una cirugía, en su caso era prácticamente imposible porque el órgano estaba desplazado dentro del tórax y no podían predecir cómo trabajar en el quirófano, además de que el hecho de sólo tener un pulmón complicaba más el pronóstico.
Los padres de las niñas, Cassidy and Chad Lexcen, comenzaron a buscar otras opiniones médicas después de que a los 2 meses de edad Teegan continuaba con vida, pese a que les aseguraron que sólo viviría unas horas. Así llegaron al artículo “The 20 Most Innovative Pediatric Surgeons Alive Today” y al número 3 de la lista, el Dr. Redmond Burke, jefe de cirugía cardiovascular del Nicklaus Children’s Hospital, en Miami.
Una impresora 3D descompuesta hizo la diferencia
Cuando los médicos recibieron el caso de Teegan, al igual que los especialistas de Minnesota afirmaron nunca haber visto un caso igual, por lo que si se realizaba la cirugía, sería algo sin precedentes ya que no habría un plan de acción hasta estar en el quirófano.
Sin embargo Burke junto a Juan Carlos Muñiz, cardiólogo especialista en imagen pensaron en crear un modelo 3D para darse una idea de cómo era el corazón, pero la impresora 3D del hospital estaba fuera de servicio.
Ante el problema, David Ezon, cardiólogo pediatra de la Universidad de Pittsburg, les sugirió usar Realidad Virtual (VR), así los médicos compraron en 20 dólares el Google Cardboard y rediseñaron las tomografías existentes para convertirlas en un modelo VR con la app Sketchfab. Éstas fueron descargadas al iPhone de Burke y finalmente tuvieron lo que necesitaban para saber cómo arreglar el órgano dañado, incluyendo la posición exacta del corazón para abrir el tórax en el lugar indicado y no invadir más a la niña.
La operación se realizó el 10 de diciembre y tuvo una duración de 7 horas, en ella se pudo reconstruir la aorta con tejido cardiaco donado y se conectó el ventrículo derecho a su única arteria pulmonar.
“Las imágenes anteriores de Realidad Virtual que teníamos eran poco precisas para el detalle que se necesita para realizar una operación a corazón abierto en un bebé”, explicó Burke.