Bot comienza relatos que son complementados por usuarios reales, buscando demostrar que la IA puede trabajar con seres humanos sin reemplazarlos.
04/11/17 | Por Noticias TNE
Su nombre inmediatamente se relaciona con la autora de Frankenstein, Mary Shelley. Esta inteligencia artificial (IA) fue desarrollada por el MIT Media Lab y su propósito es crear historias de miedo; primero escribe un inicio y luego invita a colaboradores humanos a continuar con la narración.
Cada hora, el bot comparte un tuit, cuando un usuario responde y si el mensaje es lo suficientemente popular, Shelley contesta con una nueva oración con la intención de darle continuidad al cuento.
La inteligencia artificial fue creada por Pinar Yanardağ, quien trabaja dentro del MIT Media Lab, en conjunto con el investigador Manuel Cebrian y el profesor asociado Iyad Rahwan.
Shelley es “alimentada” con información, como ocurre con la mayoría de los bots. A través del foro “r/nosleep” de Reddit la IA obtiene los datos, donde autores amateurs comparten sus historias de miedo. Juntos, todos estos escritores han producido alrededor de 700 MB de horror durante la última década, más de lo que existe actualmente sobre el género.
“Si observas toda la literatura de Lovecraft, Stephen King o Edgar Allan Poe, sólo serían unos cuantos megabytes”, comentó Cebrian para el blog SFGate. “Todavía no tendríamos suficientes datos”.
El año pasado, los tres investigadores lanzaron un proyecto llamado “Nightmare Machine” la cual se apoyaba en el deep learning para generar imágenes escalofriantes. Tanto este proyecto como Shelley, fueron inspirados en los temores humanos para así analizar cuál será el significado de la IA en el futuro y si es que ésta puede asustar de manera más profunda.
“Crear una emoción visceral como el miedo continúa siendo la piedra angular de la creatividad humana”, escribió Cebrian en un correo electrónico. “Este desafío es crucial en un tiempo en donde pensamos sobre cuáles son los límites de la inteligencia artificial: ¿pueden las máquinas aprender a asustarnos?”.
Usar el lenguaje no es tan sencillo como producir fotos terroríficas. Diseñar una IA que escriba de manera coherente es difícil, dada la complejidad y las variaciones de la comunicación humana.
“Esperamos que Shelley inspire a las personas a escribir las historias más extrañas de terror jamás escritas, incluso para que inventen nuevos subgéneros de horror que desconocemos”, escribió Yanardağ en un email dirigido a Co.Design. “La mente creativa de Shelley no tiene límites; ella escribe acerca de un hombre embarazado que despertó en un hospital, sobre una boca que sonríe desde el suelo o un hombre sin rostro en el espejo y más”.
Lo interesante de Shelley es que no solamente es un algoritmo que genera palabras, sino que trabaja activamente con seres humanos para imaginar cosas que hagan saltar de la cama a más de uno. Esto parte de una visión donde la IA no sustituye a los individuos, sino que complementa sus capacidades.
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